Ramírez Bedolla envió sus condolencias a la familia de Carlos Manzo y a los habitantes de Uruapan; afirmó que su gobierno "dará la cara”.
          “Sé que su asesinato genera muchísima rabia e indignación, todos estamos consternados e indignados pero vamos a dar la cara y vamos a actuar de inmediato para garantizar que haya justicia y paz para el pueblo de Uruapan”, publicó en X el mandatario.
 
           
          Horas después, cientos de manifestantes salieron a las calles del centro de Morelia, para protestar por el asesinato del alcalde de Uruapan, e irrumpiron en el Palacio de Gobierno de Michoacán, donde hubo daños a equipos de cómputo, ventanales, mobiliario y oficinas. Desde el balcón de la sede de gobierno los manifestantes aventaron sillas y escritorios.
          “¡Fuera Morena!”, “¡fuera Claudia!”, “¡fuera Bedolla!”, gritaban frente al Palacio de Gobierno los manifestantes mientras adentro el grupo que irrumpió prendía fuego a las oficinas.
          La protesta fue apagada por elementos de la Policía antimotines a golpes de tolete y gas lacrimógeno. Incluso el secretario de Seguridad de Michoacán, Juan Carlos Oseguera, se presentó en el sitio.
          Una segunda manifestación también se realizó en Uruapan tras el asesinato de su alcalde.
          “Aunque apagaron su voz no apagarán esta lucha porque seguiremos su legado, seguiremos luchando junto al ‘Movimiento del sombrero’, junto a la ciudadanía que hoy está aquí, que está cansada de tanta violencia”, se pronunció entre lágrimas Grecia Quiroz, viuda de Manzo, en la plaza principal de Uruapan donde se rindió un homenaje de cuerpo presente al alcalde.
          Después una procesión multitudinaria acompañó el ataúd con los restos de Manzo, mientras el caballo negro del alcalde caminó junto al cortejo fúnebre con el sombrero del edil sobre la silla de montar, como un homenaje al “Movimiento del sombrero” que en vida encabezó Manzo, quien también fue conocido como “El sombrerudo”.