Astudillo planteó que la decisión podría estar relacionada con unas declaraciones que realizó el 21 de julio sobre los aranceles al jitomate, en las que criticó la política del entonces presidente Donald Trump hacia México.
“Asumo, sin que esto sea una aseveración absoluta, que esas declaraciones pudieron haber incomodado y que pueden ser el origen de que, 10 días después, me llegara el correo electrónico donde se cancelaba mi visa”, comentó.
El expriista añadió que está dispuesto a atender cualquier investigación en su contra, ya sea del gobierno mexicano o de autoridades estadounidenses.
“Si mi gestión como gobernador está sujeta a revisión, por supuesto que estoy dispuesto a atender lo que se me requiera. No tengo ningún problema ni lo tendré para acudir y presentarme donde se me cite”, afirmó.
La revocación de la visa de Astudillo es confirmada luego de que este martes la agencia Reuters dio a conocer que más de 50 funcionarios, exgobernadores y legisladores fueron afectados por medidas similares dentro de una política estadounidense que busca frenar la corrupción y los posibles vínculos con el crimen organizado.
Entre los casos más recientes destaca el de Marina del Pilar Ávila, gobernadora de Baja California, quien también confirmó que la embajada de Estados Unidos le retiró la visa a ella y a su esposo sin explicar los motivos.
El Departamento de Estado ha señalado que las decisiones de este tipo son confidenciales y soberanas, por lo que no está obligado a revelar las razones específicas.
Hasta el momento, el gobierno de México no ha emitido una posición oficial sobre la revocación de la visa de Héctor Astudillo, aunque la presidenta Claudia Sheinbaum declaró recientemente que las revocaciones de las visas son “asuntos internos de Estados Unidos” y que cada caso se atiende de forma individual y conforme a los procedimientos diplomáticos correspondientes.