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Violencia religiosa: 53 sacerdotes asesinados desde la 'guerra' contra el narco

En los últimos siete años se registró el ataque mortal a 12 sacerdotes, mientras que el sexenio de Enrique Peña Nieto fue el de mayores crímenes contra clérigos, con 19 religiosos asesinados.
mié 08 octubre 2025 11:59 PM
padre bertoldo
El cuerpo del sacerdote Bertoldo Pantaleón fue encontrado en una brecha cercana a la carretera federal Chilpancingo-Iguala, a la altura de la comunidad de Platanal, municipio de Eduardo Neri. (Foto: REUTERS/Oscar Guerrero)

El reciente asesinato del sacerdote Bertoldo Pantaleón Estrada, quien era conocido por su trabajo con comunidades campesinas y por su voz crítica ante los abusos del crimen, no es aislado. Su muerte se inscribe en una historia que se repite: la de una Iglesia que también es golpeada por la violencia.

Un informe del Centro Católico Multimedial (CCM) señala que, entre 1990 y 2024, fueron asesinados en México 59 sacerdotes, cuatro religiosos y nueve laicos, además de un cardenal. Es decir, que desde el año 2006 que en México se decidió librar la 'guerra' en contra de los cárteles del narcotráfico, ocurrieron 53 ataques mortales en contra de párrocos.

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Con Andrés Manuel López Obrador se registró el homicidio de 10 sacerdotes. Mientras que en lo que va del periodo de Claudia Sheinbaum suman dos casos: el de Bertoldo Pantaleón y el del padre Marcelo Pérez Pérez, defensor de derechos humanos en Chiapas, quien fue asesinado en San Cristóbal de las Casas en octubre de 2024.

Sin embargo, fue en el sexenio de Enrique Peña Nieto que se registró el número más alto de estos crímenes contra clérigos, con 19 asesinatos.

Alberto Guerrero Baena, consultor en seguridad, advierte que estos casos evidencian no solo la falta de una política de protección a líderes religiosos y sociales, sino también que el crimen dejó de "respetar" las instituciones religiosas.

El crimen organizado dejó de tener respeto por las instituciones religiosas, ya dejaron de santiguarse frente a los ministros de culto o sacerdotes y ahora los hacen partícipes de la violencia como víctimas, derivado que muchos de ellos se dedican a reconstruir comunidades”.
Alberto Guerrero Baena, consultor en seguridad.

Abel Barrera, fundador y director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, en Guerrero, señala que las personas que realizan trabajos en la comunidad –como activistas y sacerdotes– enfrentan más riesgos porque los grupos criminales “monitorean” sus actividades para cuidar que no afecten sus intereses.

“Es el riesgo para las personas que realizan trabajos en la comunidad, porque en cada región hay grupos que tienen monitoreada a la población, quién trabaja con las comunidades, qué están haciendo, cuáles son sus (actividades), vigilan que no sea alguien que esté haciendo 'contralabor' o que ponga en riesgo su trabajo”, alerta.

El CCM advirtió desde 2024 que la mayoría de estos crímenes permanecen impunes, lo que agrava esta crisis. “Los sacerdotes siguen siendo tratados como ciudadanos de segunda categoría”, denunció el organismo en el informe titulado Violencia contra sacerdotes, religiosos e instituciones de la Iglesia Católica en México .

"¿Por qué tanta violencia?"

“Están imparables los ataques de grupos armados de la delincuencia ¿Por qué tanta violencia? No se puede salir con tranquilidad”, alertó el Cardenal Felipe Arizmendi en una columna publicada en el semanario católico Desde la Fe .

"Entre nosotros, están imparables los ataques de grupos armados de la delincuencia común y de la organizada, las manifestaciones violentas de grupos destruyen todo a su paso, (...) causan incontables daños a miles de personas ajenas al problema", escribió.

En su reflexión, afirmó que la extorsión y el miedo ya son cotidianos. “Pequeños negocios han tenido que proteger sus instalaciones con rejas y varios candados, o cerrar, porque no pueden pagar las cuotas que les exigen los extorsionadores”, apuntó.

Para el cardenal, esta espiral de violencia tiene raíces más profundas, pues “no sólo es responsable el gobierno… es, sobre todo, la falta de educación en valores humanos desde la familia, desde la escuela y los medios de comunicación. En último caso, es la falta de una verdadera fe en Dios”, escribió.

El Centro Católico Multimedial documentó en su informe de 2024 que cada semana 26 templos fueron profanados o atacados. En el 42% de estos casos se trató de robos de arte sacro y en 37% actos de odio religioso o político.

La progresiva desacralización y ausencia de respeto hacia lo santo es alarmante.
Centro Católico Multimedial

Desde junio de 2022, los obispos mexicanos ya habían expresado su preocupación en una carta pastoral.

“El crimen se ha extendido por todas partes, trastocando la vida cotidiana, afectando las actividades productivas, ejerciendo presión con extorsiones hacia quienes trabajan honestamente… y, lo más grave, manifestándose con niveles de crueldad inhumana en ejecuciones y masacres”, denunciaron.

A la vez, lanzaron un grito colectivo: “¡Ya basta! No podemos ser indiferentes ni ajenos a lo que nos está afectando a todos. Todos somos mexicanos, todos necesitamos vivir en paz y concordia”.

El Diálogo Nacional por la Paz, iniciativa integrada por la Conferencia del Episcopado Mexicano, la Dimensión Episcopal para los Laicos, la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos y la Compañía de Jesús, lamentó este martes el asesinato del padre Bertoldo y aseguró que es un llamado a seguir trabajando para recuperar la paz.

En el comunicado, calificó el asesinato como “una herida que afecta a su familia, a la Iglesia y a las comunidades a las que sirvió”, y llamó a las autoridades a investigar el caso, castigar a los responsables y fortalecer la seguridad.

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Impunidad, crimen y vacío de poder

Para el Centro Católico Multimedial (CCM) los asesinatos de sacerdotes ponen en evidencia la ausencia del Estado y la impunidad.

“El vacío de poder y el desmantelamiento del Estado de derecho provocan una necesidad: alguien debe asumir lo que el Estado ha dejado de hacer, por incapacidad o colusión con los hacedores del mal”, se lee en el informe de 2024.

Abel Barrera, director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, advierte que la violencia en ciertas regiones de México alcanzó niveles que ponen en riesgo incluso a quienes realizan labores de servicio público.

En entrevista con Expansión Política, subraya que “nadie tiene garantías de seguridad” y que los grupos de la delincuencia organizada no solo se empoderaron en los últimos años, sino que tomaron el control de las comunidades.

Nadie tiene la garantía, sobre todo quienes tienen un trabajo público, sacerdotes, maestros, defensores, de que puedan hacer sus actividades de manera segura; el clima de violencia pone en riesgo a la población”.
Abel Barrera, fundador de CDHM Tlachinollan.

El defensor enfatiza que la violencia es sistemática y permanente.

“Ahorita aparece como noticia la muerte de un sacerdote, pero es la expresión de la descomposición en la región, de la falta de seguridad. Es una muestra de que se puede atentar contra un ministro de culto y dejar su cuerpo, su camioneta; quiere decir que no tienen límites y eso es lo grave”, alerta.

Barrera critica la actuación de las autoridades, pues considera que la delincuencia parece tener “permiso” para actuar en ciertas regiones. “Las autoridades se limitan a levantar cuerpos y abrir carpetas de investigación, pero no indagan realmente, no judicializan los casos y menos hay castigo para los responsables”, señala.

El defensor también denuncia un repliegue de las fuerzas de seguridad, incluso de las federales, cuya presencia en las comunidades y caminos es “testimonial y poco efectiva” para prevenir delitos, disuadir a la delincuencia y detener a los criminales.

“La Guardia Nacional hace recorridos, pero no va a los puntos focales donde están los grupos. No se tocan las estructuras del crimen desde hace décadas. Hay municipios donde la delincuencia tiene el control; las comunidades y los caminos están copados por grupos delictivos”, asegura.

Barrera concluye que, lejos de existir una estrategia de seguridad que proteja a la población, las autoridades están “desconectadas de la realidad”.

“Es una seguridad pensada para los grupos del gobierno, pero no para la ciudadanía. No hay trabajo preventivo, disuasivo ni cercano con la gente. En cambio, quienes sí están pegados a la región son los delincuentes y saben cuándo actuar. Hay un descuido institucional”, enfatiza.

Plantean mecanismo de protección

Para el consultor en seguridad Alberto Guerrero Baena, el asesinato del párroco guerrerense revela un fenómeno más profundo: la pérdida total de respeto hacia la Iglesia como institución.

Enfatiza que los ministros de culto no solo tienen un rol espiritual, sino también social.

“La desprotección que tienen los sacerdotes más que como líderes espirituales, es como líderes sociales, porque a final de cuentas ellos están encabezando de alguna manera un trabajo que quizá el gobierno no está haciendo, de reorganización, incluso de protección, de generar economías alternativas”, apunta.

Ante esta situación, Guerrero Baena plantea la creación de una “red de protección” institucional que brinde seguridad a quienes trabajan directamente en las comunidades, incluyendo sacerdotes, activistas y defensores de derechos humanos.

“Lo que se necesita es fortalecer ya no solo la presencia operativa, sino también establecer una red de protección, institucional, así como hay un consejo que establece los mecanismos de protección para periodistas”, dice.

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El caso Bertoldo

El sacerdote Bertoldo Pantaleón Estrada, quien fue reportado como desaparecido el fin de semana, fue asesinado de tres disparos de arma de fuego; el cuerpo del padre fue localizado este lunes en la altura de la comunidad de Platanal, municipio de Eduardo Neri.

El cuerpo de Pantaleón fue encontrado alrededor de las 14:00 horas en el interior de una camioneta que fue abandonada en una brecha de la vía Platanal-Milpillas.

La Fiscalía estatal confirmó el hallazgo del cuerpo del sacerdote e informó que abrió una carpeta de investigación por el delito de homicidio calificado.

"Agentes de la Policía Investigadora Ministerial (PIM) y peritos de la Coordinación de Servicios Periciales acudieron al lugar para realizar el procesamiento del sitio, así como el levantamiento y análisis de indicios", indicó en un comunicado.

En la zona de Guerrero donde fue hallado el cuerpo del sacerdote el sacerdote opera el grupo criminal de "Los Tlacos", que mantiene una disputa por el control territorial con "Los Ardillos".

De 58 años de edad, el sacerdote tenía ocho años en la parroquia de San Cristóbal, comunidad de Mezcala; previamente estuvo en la comunidad de Nejapa, municipio de Chilapa, también en Guerrero.

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El cuerpo del sacerdote Bertoldo Pantaleón fue encontrado en el interior de una camioneta abandonada en la carretera federal Chilpancingo-Iguala, a la altura de la comunidad de Platanal, municipio de Eduardo Neri. (Foto: Óscar Guerrero / Reuters)

Este martes, el párroco fue despedido entre aplausos, lágrimas y vivas por parte de los feligreses. La misa de despedida fue realizada en la parroquia San Cristóbal de Mezcala.

"Él murió de una manera violenta. Ojalá y que ya haya paz aquí en Guerrero y en todo el país", expresó el Obispo José de Jesús González en la homilía.

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