El homicidio de Marcelo Pérez es el primero que ocurre en el gobierno de Claudia Sheinbaum, pero uno de las decenas que se registraron en el país desde el sexenio de Ernesto Zedillo. Por sexenio, el de Enrique Peña Nieto fue el más violento para el sacerdocio, al cerrar con 25 homicidios; le sigue el de Felipe Calderón con 19 y el de Andrés Manuel López Obrador con nueve.
Con Ernesto Zedillo fueron seis y con Vicente Fox cinco.
“México es por 14 años consecutivos uno de los países más peligrosos para ejercer el sacerdocio”, dice el reporte.
Además de los homicidios, la comunidad religiosa también ha enfrentado centenares de amenazas.
“Se dieron cerca de 800 extorsiones, amagos y amenazas contra sacerdotes en la República mexicana, principalmente los motivos de estos delitos están vinculados a fraudes y apropiación ilícita de recursos de las víctimas, necesarios para el ejercicio de su ministerio”, dice el informe.
Parte de la violencia que enfrentan los sacerdotes y religiosos proviene del crimen organizado. De acuerdo con lo denunciado por los religiosos, han sido impedidos a transitar por el territorio, detenidos y víctimas de cobro de piso (cuotas que fijan de hasta la mitad de lo que se recauda producto de fiestas patronales).
“En el sexenio (pasado) se registran alrededor de cerca 24 agresiones semanales a templos y comunidades católicas”, agrega.
Otros delitos de los que fueron objeto son robo, ataques con fines de profanación y agresiones directas a sacerdotes y líderes de comunidades católicas, así como desapariciones, varias de las que han quedado en impunidad.
“Es de lamentarse que no existan resultados específicos en las indagatorias correspondientes. Una proporción mínima tiene la consignación y sentencia de responsables, pero en este universo no hay elementos que permitan conocer si las víctimas y sus familias han tenido justicia y reparación del daño”, destaca.