“Permitirá tener estadísticas claras sobre el comportamiento del cáncer en México, identificar factores de riesgo y diversificar el manejo clínico según las etapas de la enfermedad”, expuso.
El funcionario reconoció que en el país es tardío el diagnóstico de las infancias con cáncer, a la par de que el envejecimiento poblacional aumenta la posibilidad de que más personas padezcan esa enfermedad en algún momento de su vida.
Hasta ahora, el número de nuevos casos de cáncer que anualmente ocurren en el país es una estimación. Por ejemplo, se calcula que entre 3,000 y 5,000 casos de cáncer infantil se presentan cada año. Por eso es indispensable disponer de datos precisos.
"Contar con información confiable nos permitirá diseñar políticas públicas basadas en evidencia, garantizando que ningún niño o niña quede desatendido", subrayó Ramiro López, subsecretario de Políticas de Salud y Bienestar Poblacional.
Un primer intento del Registro Nacional de Cáncer arrancó en 2015 en Mérida, Yucatán, aunque su creación se aprobó oficialmente en el Senado en 2017.
A cargo del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), el registro tuvo avances en 10 ciudades del país y recolectó información de al menos 18,000 casos, hasta que la falta de presupuesto público detuvo su consolidación.
En 2022, integrantes de 13 asociaciones, enfocadas en la lucha en contra de esta enfermedad, conformaron la Comisión de Trabajo de la Sociedad Civil, que impulsa la creación de una Ley General del Cáncer para la mejora de los servicios de salud y la concreción del Registro Nacional de Cáncer. La iniciativa no fue aprobada en esa legislatura.
Ahora, la Secretaría de Salud retoma el registro, necesario para el diseño de políticas públicas eficaces en contra de esa enfermedad, la tercera causa de muerte en México. Esto se sabe porque el Inegi publica los datos sobre defunciones y sus causas, basado en registros hospitalarios. Pero falta conocer con claridad la incidencia y evolución de los diferentes tumores.