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Unicef: sin impuesto a refrescos y otras medidas, obesidad costaría 1.8 billones

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia considera a México como uno de los países líderes en la región en políticas para disminuir la obesidad infantil y el acceso a comida chatarra.
sáb 13 septiembre 2025 04:00 PM
Unicef calcula que la obesidad infantil podría costar 1.8 billones de dólares en México sin medidas de prevención
La comida chatarra fue prohibida para su venta y distribución en escuelas públicas y privadas de México desde el 29 de marzo de 2025.

México enfrenta un grave problema de obesidad infantil, pero sin las políticas públicas implementadas en los últimos años para su contención, esta enfermedad alcanzaría un costo de 1.8 billones de dólares, estima el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

La cifra considera los gastos en la atención médica y tratamiento. También suma otras repercusiones económicas que las niñas, niños y adolescentes con obesidad podrían enfrentar a lo largo de su vida, como mayor desempleo, ausentismo laboral, menor productividad, ingresos más bajos, discapacidad y hasta muerte prematura en la edad adulta.

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“Estos costos abrumadores equivalen al 1.1% del PIB de México, y representarán una carga significativa para la economía a largo plazo”, advierte en el Informe de Nutrición Infantil 2025, publicado este jueves.

Sin embargo, estos gastos se pueden evitar con estrategias de prevención. Por ejemplo, con la promoción de la lactancia materna, impuestos a bebidas azucaradas, subsidios a las frutas y verduras, restricciones a la comercialización de productos dañinos, intervenciones escolares y el asesoramiento nutricional, el país tendría un retorno de 515 dólares por cada dólar invertido.

México ya implementa varias de esas medidas. El informe de la ONU sitúa al país como uno de los líderes regionales, junto a Chile y Brasil, en el combate a la obesidad infantil.

“Se han convertido en líderes mundiales", subraya. "Frente a una alta prevalencia de sobrepeso y obesidad entre niños y adolescentes (...) cada país superó una considerable resistencia de la industria para implementar un conjunto de medidas para mejorar los entornos alimentarios”.

Unicef reconoce a México como pionero en la aplicación, desde 2014, de aranceles especiales a las bebidas azucaradas y a los alimentos no esenciales de alto contenido calórico. Ahora, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum propone incrementar ese impuesto en 2026.

El organismo también considera importante que el país introdujera en 2020 el etiquetado de advertencia de alimentos, calificado como uno de los más estrictos del mundo. Así como la prohibición de la publicidad y venta de comida chatarra en las escuelas, vigente desde marzo de 2025. Con estas medidas, el gobierno federal apuesta a reducir la frecuencia de diabetes, obesidad e hipertensión arterial en 5% o 10% durante el sexenio.

Publicidad digital, el gran pendiente

A pesar de los avances, Unicef subraya que todavía hay mucho por hacer. 34% de las infancias y 40% de adolescentes siguen con obesidad y sobrepeso en México.

El informe refiere que de los alimentos y bebidas ultraprocesados ​​proviene 39% de la ingesta energética total de los niños mexicanos en edad preescolar.

“Estos productos pueden desplazar alimentos más nutritivos y saludables de la dieta de los niños pequeños, incluida la leche materna, y aumentar el riesgo de todas las formas de desnutrición”, advierte.

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También se requieren medidas de vigilancia que garanticen la aplicación de las políticas públicas en todas las comunidades. Unicef encontró que en Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica y México, los comercios exhiben más dulces y cereales en las entradas y al alcance de los niños cuando se ubican en barrios pobres. En cambio, las frutas y verduras ocupan se exhiben primero en las comunidades más adineradas.

Esto contribuye a que la obesidad infantil se concentre cada vez más en los hogares de bajos ingresos.

“Estos barrios suelen tener una mayor densidad de tiendas de conveniencia, establecimientos de comida rápida y publicidad de alimentos poco saludables, mientras que el acceso a alimentos asequibles, nutritivos y saludables es limitado. Los supermercados tienden a promover con mayor intensidad los alimentos ultraprocesados ​​en las zonas de bajos ingresos”, revela.

La publicidad digital es otro problema que urge una regulación más estricta. Según el reporte, es en las redes sociales donde “las empresas de alimentos y bebidas utilizan estrategias de marketing persuasivas, interactivas y, a menudo, sutiles para llegar al público joven”.

En México, casi 70% de los niños y adolescentes usuarios de internet encuentran en línea anuncios de alimentos no saludables. El estudio señala que los menores mexicanos tuvieron una exposición a estos comerciales de 47 por semana y más de 2,400 al año.

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