Al respecto, Héctor Villarreal, profesor investigador de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tec de Monterrey, señala que la medida viene con riesgos. Por ejemplo, si la producción en México resulta más costosa, el gobierno compraría medicamentos más caros.
Se necesitan organizar todas las cadenas de producción y de compra de insumos. También necesitas equipos caros, necesitas inversiones en las fábricas”,
Héctor Villarreal, profesor investigador del Tec de Monterrey.
Actualmente, 10 de las principales empresas farmacéuticas tienen presencia en México con 837 unidades de fabricación, ubicadas en la Ciudad de México, Jalisco y el Estado de México, principalmente, y una producción equivalente a 6.8 billones de pesos en 2024.
El académico reconoce que, por sí misma, no es mala la idea de contar con más plantas de producción de medicamentos, pero coincide que sea de manera gradual, ordenada y con acuerdos con la industria.
Además, agrega, se necesitarían reglas claras, por ejemplo, si una compañía farmacéutica produce un medicamento en el país, si el gobierno le dará preferencia de compra en todo su portafolio o solo en ese insumo.
“Por empezar a producir aquí en el país no se van a arreglar las cosas. No necesariamente es una mala idea, pero te tienes que sentar, acordar, planear y no nada más aventarte con una normatividad que después esté dando marcha atrás para resolver problemas que nosotros mismos creamos”, advierte.
Las autoridades también analizan nuevas reglas para cambiar a los proveedores que incumplan con la entrega oportuna de medicamentos, a fin de evitar el desabasto de insumos.
“Temas sencillísimos: si un proveedor incumple, poder cambiarlo rápidamente si alguien ofrece el mismo precio, sin tener que pasar seis meses de litigio para poder cambiar una clave, cuando hay alguien que tal vez lo ofrece al mismo precio y con garantía de entrega”, explicó Eduardo Clark, subsecretario de Integración y Desarrollo del sector salud.
El gobierno busca implementar estas medidas tras cancelar la compra consolidada de medicamentos 2025-2026 por hallar anomalías en todo el proceso e irregularidades en 650 claves (16%) de las 3,900. En 175 de estas se encontraron precios a sobrecosto, pero se cancelaron los contratos antes de que se consumara el pago.
Actualmente, la Secretaría Anticorrupción investiga a 59 empresas: una de ellas ya fue inhabilitada, contra otra se alista una denuncia penal; en 16 casos se indaga la falta de registros sanitarios emitidos por Cofepris, y en el resto se investiga el incumplimiento de las fechas de entrega de los insumos establecidas en los contratos.