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Tres historias de jueces detrás de la tómbola que definió su carrera judicial

Con la tómbola realizada en el Senado, quedan en vilo 850 jueces de Distrito y magistrados de Circuito y sus plazas estarán en juego en la elección judicial de 2025; algunos han declinado a participar
vie 18 octubre 2024 11:59 PM
Tres jueces cuentan cómo una tómbola definió el futuro de su carrera judicial
El Senado llevó a cabo el inédito proceso de insaculación el sábado pasado para sortear los cargos de magistrado de circuito y juez de distrito que se elegirán en 2025

A través de una tómbola, el destino de decenas de juezas, jueces, magistrados y magistradas quedó marcado. La suerte decidió que sus plazas sean puestas en juego en la elección de junio 2025 a través del voto ciudadano, como lo dicta la Reforma Judicial.

A pesar de que el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, repitió una y otra vez que no se estaba dejando al azar a las personas, sino a los cargos, detrás de las bolitas de unicel que salieron sorteadas el sábado pasado, hay profesionales que, con todo y sus trayectorias, deberán decir adiós al Poder Judicial de la Federación (PJF). Algunos han decidido declinar a la elección y separarse del PJF porque no están de acuerdo con el proceso, que califican de "farsa"; otros todavía lo analizan, pues su vida es ser impartidores de justicia.

Aquí tres historias de jueces cuyas plazas salieron en el proceso de insaculación y donde la suerte decidió que quedarán sin trabajo.

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"No me interesa participar en la elección"

El día que el Senado anunció que Isaura Romero Mena tenía que dejar su cargo como jueza de Distrito, porque esta plaza estará en juego en la elección de junio de 2025, las personas que trabajan con ella la recibieron entre aplausos, le reconocieron su labor de décadas.

Gilberto Plasencia escribió en sus redes sociales: “nuestra jueza resultó ser número non en la tómbola realizada. Es una profunda desesperación pensar que una persona que ha dedicado su vida a esta vocación pueda alejarse de la función pública”.

Romero Mena es jueza de Distrito en materia administrativa en Jalisco y, desde hace 26 años, forma parte del Poder Judicial de la Federación; ahora que su plaza salió en la tómbola decidió que no participará en la elección del próximo año, por lo que dejará el cargo, pese a que la ley marca que, de concursar, tendrá pase directo para ser candidata.

“Voy a declinar. La verdad no me interesa participar en la elección, porque sería un contrasentido. Sí estoy en contra de la reforma porque así es esta reforma, es regresiva y nociva para el país y para nosotros, por perder nuestro trabajo, pues sería un contrasentido que yo quisiera contender en las elecciones, cuando sabemos que elegir a un juzgador por elección popular, va a responder a intereses de las personas que lo designan", advierte.

Jueza Isaura Romero Mena
La jueza Isaura Romeno Mena ha recibido el apoyo de trabajadores del Poder Judicial después de que se anunciara que su plaza estará en juego en 2025.

La reforma judicial establece que, del total de plazas de jueces y magistrados, la mitad de estas estarán en juego en la elección de 2025 y el resto en los comicios de 2027, por lo que el Senado realizó la tómbola -el 12 de octubre- para dejar al azar cómo será la distribución. La forma de hacerlo es cuestionada por la jueza.

“Resulta extraño porque salimos (para 2025) todos los nones (en jueces), pues se notó tendenciosa. Tal vez ahí iban los juzgadores que querían que saliéramos primero por alguna razón, tal vez alguna resolución que hayamos dictado o porque hayamos participado activamente en las protestas en contra de la reforma judicial, así lo noté”, explica.

Romero Mena ingresó al Poder Judicial de la Federación como meritoria en Michoacán, donde no recibía pago por el trabajo que realizaba; estudiaba el primer año de la carrera de Derecho, pero sabía que quería hacer carrera judicial.

“Empecé como meritoria y después comencé a acceder a cada una de las categoría del escalafón judicial. Después de unos meses que estuve de meritoria, aprendiendo las funciones de un juzgado de Distrito, pues ya accedí a ser oficial judicial, después de la preparación que se debe tener, fui actuaria judicial, luego secretario de juzgado”, cuenta.

Tras 26 años como juzgadora, ahora dejará su cargo como jueza de Distrito, pues este lugar se someterá a elección en junio de 2025, es decir, que la persona con más votos ganará dicha posición.

“Con la reforma judicial nos están desplazando de un lugar al que accedimos a través de una carrera judicial”.
Isaura Romero, jueza de Distrito.

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"Desde los ocho años quise ser juez, ahora dejaré el cargo"

Iván Rodríguez Zamarripa soñaba desde los ocho años con ser juez, dos décadas después lo logró. Sin embargo, tendrá que dejar su cargo en los próximos meses, ya que su plaza salió en la tómbola para la elección de junio próximo.

Desde hace tres años es juez de Distrito en Durango y está por cumplir 18 años en el Poder Judicial, pues desde que era estudiante de la carrera de Derecho comenzó a laborar en el PJF, que en los últimos meses ha sufrido cambios profundos por las reformas impulsadas por Morena y sus aliados.

Juez Iván Rodríguez Zamarripa
Desde niño, Rodríguez Zamarripa quería ser juez.

Aunque tiene la oportunidad de ser candidato para concursar nuevamente para ser juez, ahora a través del voto directo, decidió no hacerlo, pues considera que este proceso es una “farsa”.

“He decidido declinar desde antes que saliera sorteada la plaza. No era de mi interés participar en este acto infame, porque se trata de una farsa, es una destitución masiva de personas juzgadoras para colocar personas afines al oficialismo”, declara.

En entrevista con Expansión Política, narra el proceso por el que pasó para ingresar al Poder Judicial; sobresale trabajar sin recibir salario para lograr un cargo hasta hacer exámenes y pruebas para subir de puesto. Nunca, recalca, fue por una tómbola o una elección popular.

Cuenta que en 2006, antes de terminar la licenciatura de Derecho en San Luis Potosí, ingresó al Poder Judicial como meritorio, que era algo parecido a ser becario, pero sin recibir pago alguno; así estuvo durante cinco años, mientras su familia solventaba sus gastos. Lo hacía para abrise camino en el PJF.

“Sabía claramente que tenía que hacerlo si quería iniciar la carrera judicial. Sabía que era un momento que tenía que suceder porque así en aquellos tiempos era como se daban los nombramientos para los oficiales judiciales”, cuenta.

Ahora que su cargo como juez de Distrito en Durango está en la lista para la elección de 2025, anticipa que no participará y que dejará el PJF; aún no decide a qué se dedicará.

“No tengo claro (qué haré), lo único que tengo claro ahora es que no estaré dentro del Poder Judicial de la Federación. Hay compañeros que les interesa regresar como secretarios de los órganos jurisdiccionales, es un puesto abajo, es un puesto que teníamos antes de ser juzgadores, pero no es de mi interés permanecer en la institución”, explica.

Sin embargo, enfatiza que continuará con la defensa del PJF, tanto en las calles como por la vía jurídica, ante las reformas judiciales impulsadas por AMLO y respaldadas por la presidenta Claudia Sheinbaum.

“El hecho de cambiar el tema de exámenes a una cuestión de voto popular es complicado, porque quienes aparecerán en las boletas serán elegidos por los partidos políticos”.
Iván Rodríguez Zamarripa, juez de Distrito.

Entre los asuntos que ha resuelto este juez y que han generado controversia, es ordenar al gobierno de Durango, encabezado por el priisita, Esteban Villegas, suspender de manera definitiva la expropiación de los terrenos que le cedió el gobierno estatal anterior a la empresa Duranpark, ya que determinó que el actual mandatario afectó directamente a la empresa.

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"Aún no decido si participaré como candidato"

Desde hace 20 años, Rafael Carlos Quesada trabaja en el Poder Judicial. En ese tiempo ha realizado exámenes y pruebas para acceder a diversos cargos. Ahora es Juez de Distrito en el Décimo Tribunal Laboral Federal de Asuntos Individuales con sede en la CDMX, pero también deberá dejar su plaza, ya que este cargo salió en la tómbola del Senado para las elecciones de 2025.

Tampoco ha decidido si participará como candidato para buscar nuevamente el cargo de juez y aclara que primero quiere conocer bien la convocatoria que emitió la Cámara alta sobre la elección de los postulantes.

“Lo he estado meditando mucho. Desde que inicié mi carrera judicial hace 20 años siempre quise ser juez de distrito, no por temas de privilegio ni económico, sino por lo bonito que es impartir justicia, lo bonito que es tener un expediente en tus manos y saber que ese expediente trata de una persona a la que se le va a dar justicia. Siempre tuve claro ser juez de Distrito”, confiesa.

Juez Rafael Carlos Quesada
Quesada lleva dos décadas en el Poder Judicial.

Desde que estaba en la preparatoria, Quesada aprendió sobre la labor en el Poder Judicial, por lo que, desde entonces, tenía el sueño de ser juez.

“Me llenaba de orgullo el poder algún día ingresar a esas filas (del Poder Judicial); intente muchas veces, desde la facultad, estar en algún juzgado o tribunal, pero no se daban las oportunidades; hasta que por fin me dieron la oportunidad en agosto de 2004”, detalla.

“Yo sabía que sin capacitación y sin estudios no iba a lograr a ser juez de distrito y es lo que mucho se lamenta ahorita (…) y ver cómo se debarata todo esto, que ya no se trata de capacidad”,
Rafael Quesada, juez de Distrito.

Sabía que para llegar a ese cargo tenía que prepararse o no lo lograría, ahora lamenta que la carrera judicial “se desbarate” con las reformas recién aprobadas y por requisitos como presentar cinco cartas de vecinos que respalden su idoneidad para el cargo.

“Yo sabía que sin capacitación y sin estudios no iba a lograr ser juez de Distrito. Además, esta carrera judicial me permitió ver lo que es la independencia judicial. La independencia es un derecho para las partes y no para los jueces y ver ahorita cómo se está desbaratando ahorita en el país, que ya no se trata de capacidad, sino cinco cartitas de recomendación que les puedan dar sus vecinos, es muy lamentable”, menciona.

Ha tenido diversos cargos que le han implicado vivir en cinco estados del país, lo que le ha ocasionado conflictos con su familia; sin embargo, él señala que es parte del compromiso que tiene con este Poder de la Unión.

“El compromiso que uno tiene con el Poder Judicial es que en cualquier momento te pueden cambiar por necesidades del servicio. En el Poder Judicial hay a veces ciertas personas que se detecta que tiene más rapidez para sacar más asuntos, y si hay estados donde hay más productividad, pues te pueden cambiar”, explica.

Tras 20 años de experiencia en el PJF, el juez aprendió que “la justicia tiene colores”, pues se ve a la persona y no al papel; además, asegura que nunca vio un acto de corrupción y que “no se pide un solo peso por hacer bien nuestro trabajo”.

Ahora tendrá que dejar su cargo como juez, pues su plaza la ocupará quien obtenga más votos, no la persona con más méritos, trayectoria o preparación.

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