El fracaso del Insabi
El Insabi comenzó sus operaciones en enero de 2020. Debía otorgar fármacos y atención médica gratuitos a la población sin seguridad social, pero registró varios fracasos. Estaba a cargo de la compra de medicamentos del sector salud y, sin experiencia, modificó el modelo de adquisición consolidada, lo que causó retrasos en las compras y distribución de los insumos, profundizando el desabasto de medicamentos en plena pandemia de covid-19.
A cargo de Julio Ferrer, un funcionario sin 'expertise' en salud, sino en la conservación del patrimonio histórico, el Insabi no funcionó mejor que el Seguro Popular, programa que sustituyó. Por el contrario, en los primeros dos años de su operación, se incrementó la población sin acceso a servicios de salud: de 20.1en 2018 a 50.4 millones de personas en 2022.
Para Rodolfo de la Torre, el fracaso del Insabi se explica porque el Gobierno federal no aumentó el presupuesto destinado a la universalización de la atención médica, aunque planeaba incluir a miles de personas más, y a la aplicación de un modelo que centraliza los servicios de salud estatales.
“Esto significó revertir el poco avance que se tenía anteriormente, con las consecuencias más adversas: 30 millones de personas perdiendo su acceso a los servicios de salud”, apunta.
En su momento, López Obrador argumentó que el incremento de gente sin acceso a salud era consecuencia de una pregunta mal planteada a la población sobre si tenía derecho al Seguro Popular o al Insabi.
Sin embargo, otros indicadores dan cuenta del fracaso: en 2022 más personas se atendieron en servicios médicos privados y también gastaron más de dinero de su bolsillo en salud, explica Axel González, investigador de datos en México, ¿cómo vamos?
“En 2020 y 2022, cuando estuvo activo el Insabi, más personas se atendieron en curanderos, yerberos, comadronas, en atenciones alternativas, que las personas que se atendieron en el Insabi”,
Axel González, investigador de datos en México, ¿cómo vamos?
Por los nulos resultados, el presidente decretó la extinción del Insabi en mayo de 2023 y creó el organismo público IMSS Bienestar, que antes operaba solo como un programa del IMSS en comunidades rurales. Ahora es el encargado de la atención de toda la población sin seguridad social.
A decir de los especialistas, IMSS Bienestar carga con algunos errores del pasado, como la centralización y la falta de aumento al presupuesto del sector, así que en el sexenio de Sheinbaum enfrentará retos para consolidarse, aumentar la cobertura y lograr que los mexicanos regresen a los hospitales públicos. “Esos resultados y su desaparición son un reflejo del fracaso que representó el Insabi ”, subraya el investigador González.
A unos meses de concluir su Gobierno, el mismo López Obrador tuvo que adminitir que el Insabi fue un “tropiezo administrativo” desde su puesta en marcha. “En el caso de la salud. Ahí no funcionó lo que teníamos pensado”, dijo.