Pero en pocos países, como México, Nueva Zelanda y Reino Unido, son los jóvenes nacionales quienes tienen más probabilidades de no estudiar ni trabajar.
Mientras que el 15.2% de las personas extranjeras de 15 a 29 años que residen en México no estudian ni trabajan, entre los jóvenes de la misma edad nacidos en el país la proporción es de 18.5%.
“En algunos países, las personas nacidas en el extranjero tienen más probabilidades de tener títulos universitarios que la población nativa. En otros, son las personas nacidas en el extranjero las que tienden a tener un nivel educativo inferior al de la población nativa. Un nivel educativo inferior aumenta el riesgo de convertirse en jóvenes que no estudian ni trabajan”, explica el informe.
En este sexenio, el gobierno federal lanzó el programa social Jóvenes Construyendo el Futuro, que otorga un apoyo económico a los menores de 30 años que no estudian ni trabajan y acepten capacitarse en una empresa aliada.
Un análisis de la organización Acción Ciudad Frente a la Pobreza concluyó que el programa social es relevante para apoyar a esta población, pero llega de manera desigual. En las zonas urbanas, que registran más jóvenes sin estudiar ni trabajar, hay menos beneficiarios que en las áreas rurales.
Así que no ha sido suficiente para garantizar el empleo a la juventud mexicana.