Hannia Zenteno, una joven de 25 años, integrante de la Red Global de Jóvenes Oportunidad, coincide en que los contextos sociales donde crece una persona influyen en el acceso a la educación.
“Creen que todos los alumnos, alumnas, somos perfectos, que vamos a tener dinero para las copias, vamos a tener dinero para los pasajes y, al final del día, no siempre es así. Entonces, muchos tardan en terminar sus ciclos o a veces desertan porque están viendo que la necesidad en su casa es dinero, no estudiar”, expone.
Abandonan incluso con beca
A decir de Ofelia Angulo, secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México, las becas sí han generado un impacto positivo, porque las familias de menos recursos utilizan el 70% de ese apoyo para alimentar a sus hijos e hijas.
“Y todos sabemos que un niños, una niña, bien alimentado tiene mejores condiciones para aprender”, subrayó en la presentación del informe Aprender Parejo.
Sin embargo, otros expertos insisten en que existen otros motivos de abandono escolar que no se resuelven únicamente con los apoyos económicos.
La propia Dirección de Planeación y Evaluación de la SEP realizó un estudio cualitativo sobre por qué algunos beneficiarios de las Becas Benito Juárez abandonan la escuela. En la publicación, difundida en febrero de 2024, se identificaron 201,440 estudiantes de tercero de secundaria que entre 2019 y 2022 dejaron de ser becarios y no continuaron sus estudios de bachillerato.
Docentes entrevistados para aquella evaluación indicaron que las principales causas del abandono escolar son la falta de aprendizajes, los problemas familiares y los económicos, además de la falta de oportunidades una vez que concluyen los estudios.
“Es una comunidad con muchas necesidades económicas y dependen del recurso como la beca y, si no les llega, tienen que buscarle por otro lado, ya sea que migren”, cita el informe.