“Al permitir que se sigan vendiendo productos chatarra dentro de las escuelas, se hacen serias violaciones a los derechos a la salud, alimentación y educación. Así, resulta importante que, mientras no se publiquen los lineamientos, se tomen las medidas necesarias para garantizar que las escuelas sean entornos alimentarios saludables”, explicó Javier Zúñiga, coordinador del área legal de El Poder del Consumidor.
De acuerdo con las asociaciones, resulta urgente regular la venta de alimentos y bebidas en las escuelas, debido a los altos índices de obesidad infantil y diabetes de México, enfermedades que se asocian con el consumo de productos ultraprocesados.
Actualmente, uno de cuatro infantes vive con obesidad y se ha proyectado que, de no actuar, para 2030 serán 7 millones, advierten. También se prevé que el 50% de los nacidos a partir del 2010 desarrolle diabetes a lo largo de su vida.
Aunque hace 14 años las secretarías de Educación y Salud publicaron los primeros Lineamientos para la venta y distribución de alimentos y bebidas, estos tenían vacíos legales, no contaban con monitoreo, vigilancia y sanciones, por lo que, en los hechos, resultaron inoperables.
Así que el 98% de los alimentos que se ofertan en las escuelas todavía son frituras, dulces, helados y bebidas azucaradas, de acuerdo con un análisis de las organizaciones.