En marzo, cuando aún era candidata presidencial, Claudia Sheinbaum afirmó que en caso de que en la actual administración no se llegue a la conclusión de las investigaciones por la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, ella retomará y dará seguimiento al caso.
En ese momento, Sheinbaum recordó que fue en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador que se registró un mayor avance en las investigaciones por los hechos del 26 y 27 de septiembre de 2014.
Sheinbaum ha resaltado que a la fecha ya hay mayores datos y se han detenido a personajes clave, entre ellos el ex titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, e incluso se tiró la llamada “verdad histórica”.
Este mismo año, el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió presentar, antes de que concluya su sexenio, hasta tres nuevos informes sobre la investigación del caso Ayotzinapa que realiza su gobierno.
Será en septiembre cuando concluya el sexenio de López Obrador y se cumpla una década de la desaparición de los jóvenes sin que el caso se resuelva.
De acuerdo con López Obrador, en la indagatoria del caso que ha hecho su gobierno no hay pruebas de que el Ejército y el anterior gobierno federal sean los responsables de la desaparición forzada, aunque reconoce que algunos soldados pudieron ser omisos porque supieron de la detención de los jóvenes por parte de policías locales y no actuaron.
Esta posición, que mantiene desde hace meses, ha sido causa de desencuentros con las familias de Ayotzinapa que consideran que en este sexenio tampoco encontraron justicia y verdad.
Sin embargo, el mandatario federal duda del argumento de que las autoridades locales no tenían los recursos suficientes ni la influencia política para cometer la desaparición forzada, porque sostiene que eran controladas por grupos criminales.