Nuevos datos oficiales demuestran que el fentanilo ha incrementado su presencia en México. Las autoridades de salud han registrado 43 veces más casos de personas que buscan ayuda médica tras consumir fentanilo.
También han identificado “una posible tendencia al incremento” en el número de muertes asociadas al uso de opioides, con 114 reportadas en los últimos 9 años.
El consumo de esta droga entre la población mexicana todavía está lejos de alcanzar los niveles de Estados Unidos, donde en 2021 se registraron 80,411 muertes por sobredosis secundarias al uso de opioides.
Sin embargo, los datos difundidos este viernes bastan para prender las alertas de las autoridades sanitarias, quienes reconocen que el fentanilo sí se consume en México.
“Desafortunadamente, México ha transitado de ser un país de paso, como en el caso de otras sustancias, a ser un país donde se está gestando el consumo, principalmente en un contexto fronterizo”, advierten en el Informe de la demanda y oferta de fentanilo en México: generalidades y situación actual.
Entre 2013 y 2022, en México se reportaron 114 defunciones asociadas al uso de opioides, se expone el informe de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama).
A partir de 2017, las autoridades han observado una posible tendencia al alza. Ese año se identificaron 12 muertes por opioides; en 2018 fueron 16 y 13 durante 2019. Un año después, en 2020, se notificaron 26 decesos relacionados con el uso de opioides, 19 en 2021 y cuatro en 2022.
“De acuerdo con estos registros, de 2013 a 2022 existieron 114 defunciones relacionadas con el uso de opioides en México”, se lee en el informe, realizado por el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Adicciones, perteneciente a la Conasama.
Las entidades federativas que concentran los decesos asociados a opioides son Baja California, con 28; Chihuahua, con 22, y Sonora, con 38.
Sin embargo, acota el informe, no se puede afirmar que todas estas muertes sean resultado del uso de fentanilo, aunque la mayoría se registra en las principales zonas de consumo de esa sustancia.
Otros datos del informe dan cuenta del consumo de fentanilo en México. De 2013 a 2017, solo 14 personas acudieron a un centro de tratamiento de adicciones por consumo de fentanilo en el país.
De 2018 a 2023, la demanda de tratamiento por el uso de esta droga aumentó. Diez casos se registraron en 2018; 25 en 2019; 7 en 2020, y 184 en 2021.
Los últimos dos años tienen un incremento mayor. Al menos 333 casos buscaron tratamiento por los impactos del fentanilo en 2022, y 430 en 2023.
Estos casos se han concentrado en el norte del país, sobre todo en Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa y Sonora.
El incremento en la cantidad de usuarios de fentanilo es significativo a nivel local, no nacional",
"No obstante, la principal preocupación gira en torno a su alta letalidad, especialmente porque existen indicios de posibles defunciones relacionadas con el consumo”, apunta el informe.
Las urgencias médicas relacionadas con el uso de opioides también subieron. De 2013 a 2024, en las salas de urgencias del sistema de salud se atendieron 5,901 personas por esta causa.
El uso de fentanilo fuera de contextos médicos tiene un alto riesgo de sobredosis si el consumo es excesivo, pues es 100 veces más potente que la morfina y 50 veces más que la heroína.
“Con el fentanilo ilícito se suele desconocer si la cantidad contenida en una dosis puede ser fatal o no. En muchas ocasiones, el momento de identificar el riesgo de sobredosis es cuando se consumió la sustancia y esta provoca la intoxicación aguda”, subraya el informe.
En 2013 se atendieron 355 casos de urgencias médicas por opioides. En 2019, esta cifra se duplicó, con 721 casos. En 2020 se atendieron 430 urgencias por uso de opioides y en 2021 fueron 519.
Para 2022, una vez disminuyó el impacto de la pandemia de covid-19, 713 casos llegaron a urgencias por uso de opioides y 759 en 2023. En lo que va de 2024 se han registrado 138 atenciones.
“Esta situación llama a la inmediata implementación de acciones de reducción de daños a nivel municipal y estatal, en los lugares donde hay mayor proliferación de casos de consumo”, advierte.
