Además, se informó que, ante estas medidas, la Cancillería –a través de la Unidad para América del Norte y de la Dirección General de Protección Consular y Planeación Estratégica– instruyó a las once representaciones consulares en Texas aumentar sus encuentros con autoridades, aliadas, legisladores y agrupaciones de derechos civiles para reforzar la presencia en el estado, así como realizar jornadas informativas sobre dichas medidas legislativas.
Adicionalmente se informó que se programó una reunión de trabajo entre la Dirección General de Protección Consular y Planeación Estratégica y las personas encargadas de la Protección en Dallas, de las 11 representaciones mexicanas en ese estado.
El encuentro se realizará los días 16 y 17 de noviembre y tendrá como objetivo delinear las acciones adicionales y reforzar las acciones de asistencia y protección consular de la población.
El gobierno de México fijó su postura luego de que este martes la Cámara de Representantes de Texas dio luz verde a dos proyectos de ley fronterizos: el SB3, que destina más de 1,500 millones de dólares para muros y barreras, y el SB4, que vuelve un delito estatal ingresar ilegalmente al estado, le da a las autoridades locales la facultad de arrestar a los migrantes y empodera a los jueces para emitir órdenes de expulsión.
Si el extranjero no cumple con la orden del juez o tiene antecedentes criminales, se advierte en la iniciativa, el delito se convierte en grave y conlleva una pena de hasta 20 años de prisión.