Si bien WOLA reconoció que ha habido una reducción en el número y la letalidad de los enfrentamientos entre militares y civiles, los datos oficiales muestran que los índices de letalidad registrados por las fuerzas federales todavía rebasan los niveles esperados.
Respecto a los casos de ejecuciones arbitrarias por integrantes de las fuerzas federales en el presente sexenio, el informe apunta que se siguen documentado prácticas tendientes a obstaculizar el acceso a la verdad y la justicia que replican patrones vigentes desde sexenios anteriores.
Ante este panorama, la organización reiteró el llamado a fortalecer los controles civiles sobre las Fuerzas Armadas.
Stephanie Brewer, directora de WOLA para México, insistió en que "el poder sin controles es un camino de alto riesgo para los derechos humanos" y que, en el caso del Estado mexicano se " está concentrando cada vez más poder en instituciones conocidas precisamente por su opacidad, y lo está haciendo sin controles civiles adecuados, en un proceso que será difícil de revertir".
“Es fundamental transitar a la desmilitarización y apostar por instituciones civiles”, resaltó.
Pero pese a que este no es el primer informe que advierte sobre los riesgos de la militarización en México y de las omisiones en que fuerzas militares se han visto involucradas, como las recientes revelaciones de espionaje contra activistas con el malware Pegasus, o el ocultamiento de información en el caso Ayotzinapa:
"El presidente Andrés Manuel López Obrador y los integrantes de su gabinete han buscado transmitir el mensaje de que el Poder Judicial es el actor institucional responsable de la impunidad, pero los datos demuestran que la gran mayoría de delitos no llegan a ser presentados ante una autoridad judicial", puntualiza el informe.
Finalmente, entre varias recomendaciones incluidas en el informe, WOLA destacó la necesidad de fortalecer las capacidades y la rendición de cuentas de las instituciones policiales del país, así como de mejorar los resultados de las investigaciones penales.