Mientras que 1 millón 562,851 libros, asignados al Conafe, se terminaron hasta el 25 de agosto de 2022, por lo que la Conaliteg no pudo planear antes de esa fecha la logística de salida y distribución. De nueva cuenta, la ASF informó que no se proporcionó evidencia que acredite los pases de salida de esos materiales.
Para 1 millón 790,557 libros de “Educación Indígena”, la comisión señaló que, “por ajuste en la producción, se afectaron los tiempos de impresión, lo que generó retrasos en la distribución”.
Del total de libros repartidos con atraso, la Conaliteg sólo pudo justificar la tardanza en la distribución de 332,291 materiales educativos (22%) y dejó pendiente la comprobación de 16 millones 517,607 libros (98%).
“Por lo anterior, se incumplió la fecha compromiso establecida”, expuso la auditoría.
Pide ASF investigar retraso
Por la distribución de los libros, la Auditoría validó que 1,232 facturas por un monto de 90 millones 392,800 pesos serán pagadas al proveedor. De este monto, 86 millones 415,300 pesos estaban pendientes de liquidar.
El organismo auditor encontró también una solicitud de pago del 1 de agosto de 2022, con 11 facturas por un total de 3 millones 132,900 pesos, correspondientes a la distribución de 546,546 libros, de las que no se proporcionó el registro contable de las operaciones ni el comprobante de pago.
Ante las irregularidades detectadas en la distribución de libros durante 2022, la Auditoría Superior de la Federación recomendó al Órgano Interno de Control de la Conaliteg o a su equivalente realizar las investigaciones pertinentes y, en su caso, iniciar un procedimiento administrativo contra los servidores públicos que en su gestión distribuyeron los materiales educativos con desfase.