Presiones de EU. Ante la amenaza del entonces presidente Donald Trump de gravar importaciones mexicanas, el gobierno mexicano anunció la exportación de Sembrando Vida a El Salvador.
Para ese momento, mayo de 2019, México no contaba con el marco legal que le permitiera donar los recursos para la ejecución Sembrando Vida en el exterior. Por lo que cuatro días después de la firma de la carta de intención con El Salvador, México publicó un decreto en el que se añadieron objetivos migratorios a la Ley de Cooperación Internacional y la Estrategia de Cooperación Financiera para países de Mesoamérica y el Caribe para poder transferir los recursos para la implementación del programa.
Además, se le dio el control total de los fondos a la Amexcid, dependiente de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
No frenó la migración. Uno de los propósitos de Sembrando Vida en Centroamérica era contribuir a parar la salida de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos, sin embargo, tampoco se ha logrado.
El año pasado, Honduras marcó récord de retornados: 85,726. La cifra es cuatro veces más que la de 2019, cuando se firmó la carta de intención con México. Las solicitudes de asilo en México también se incrementaron, pasaron de 30,082 solicitudes en 2019 a 31,074 en 2022. Mientras que la cantidad de la cantidad de salvadoreños detenidos en la frontera sur de Estados Unidos se incrementó: pasó de 92,351 en 2019 a 97,030 en 2022.
Al respecto, el presidente comentó que para atender el fenómeno migratorio se requiere de más inversión, lo cual no ha logrado de parte del gobierno de Estados Unidos.
“Es importantísimo, ayuda mucho, se requiere de más apoyo, lo cierto es que hemos venido haciendo gestiones con el gobierno de Estados Unidos para que inviertan ellos, no es posible que México esté invirtiendo más que ellos en programas dedicados a la gente, entonces estamos haciendo estos trámites, pero ya nosotros hemos apoyado con alrededor de 150 millones de dólares, y sí hay resultados, muy buenos”, aseguró.