“Voy a pedir a médicos y científicos mexicanos que analicen la posibilidad de sustituir el fentanilo con fines médicos por otros analgésicos para dejar de usarlo (...) Al estar prohibido ya no habría ninguna posibilidad de que pudiese importarse”, anunció el mandatario en la conferencia matutina del 15 de marzo de 2023.
Sin embargo, los expertos consultados consideran que la idea no es viable ni eficaz. “Es un anuncio muy triste y no hace otra cosa más que revelar la ignorancia del presidente en este tipo de cosas”, subraya el doctor Gilberto Castañeda, investigador del Departamento de Farmacología del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav).
¿Sustituir el fentanilo?
La primera dificultad en el planteamiento de López Obrador es la propuesta de regresar a otros analgésicos usados antes de la invención del fentanilo en los años 70. El doctor Castañeda explica que en esos momentos se usaban cloroformo y éter como anestésicos. Sin embargo, en las cirugías moría un gran número de pacientes porque esas sustancias detienen las sensaciones, pero también la conducción nerviosa del cerebro y pueden llevar a la asfixia.
Tras su invención, el fentanilo se convirtió en el analgésico predilecto en cirugías porque es más potente que la morfina, quita el dolor, pero no detiene la conducción nerviosa, subraya el investigador del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Además, si se usan otros opioides sintéticos en lugar del fentanilo, estos tendrían el mismo riesgo de adicción. El problema no es el uso médico, sino el consumo no debido o bajo seguimiento.
“Actualmente no tenemos ningún sustituto para el fentanilo. Si se quita el fentanilo de las farmacias de los hospitales, vamos a tener cirugías más riesgosas, pero esto no va a solucionar el problema, porque el problema es el mercado negro de fentanilo”, señala.