“Los programas conservan la noción central de su propósito, pero han modificado la manera en la que lo hacen, ya sea incrementando el monto de las transferencias que entregan o adicionando componentes. Sin embargo, siguen estando concentrados mayoritariamente en la entrega de transferencias monetarias”, subraya el informe.
Además, los programas sociales disminuyeron entre 2019 y 2022, al pasar de 154 a 120, debido a que algunos fueron eliminados, fusionados o resectorizados.
Programas sociales sin cobertura completa
Otro aspecto de los programas sociales de este gobierno es que, hasta 2021, no lograban cubrir al total de su población potencial. Únicamente cumplieron la meta los programas Beca Universal para Estudiantes de Educación Media Superior Benito Juárez y Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral.
Le sigue el programa Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, con una cobertura de 94%; Producción para el Bienestar, con 64.5%, y Programa de Becas de Educación Básica para el Bienestar Benito Juárez, con 31.1% de cobertura.
Mientras que 10 de los 16 programas sociales considerados prioritarios no alcanzan ni 20% de cobertura, como Jóvenes Construyendo el Futuro, que ha llegado a 13.2% de su población potencial, o la Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad Permanente, con 16% de cobertura.
“Se identificaron vacíos en la atención a los derechos en cuanto a la posible ocurrencia de ciertos riesgos, lo que, en caso de que no existan otras estrategias diferentes a las acciones, programas y fondos de desarrollo social en la materia, se estaría poniendo en riesgo el lograr atender de manera integral a las personas y, con ello, lograr garantizar sus derechos sociales”, advirte el Coneval.