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Reto viral revela falla en venta de clonazepam y atención emocional a alumnos

Detrás de participar en el supuesto reto de redes sociales se puede esconder algún problema de salud mental, alertaron especialistas.
dom 05 febrero 2023 07:00 AM
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El pasado 19 de enero, seis alumnos de la Secundaria Número 26 "Francisco I. Madero" fueron atendidos por síntomas de intoxicación tras cumplir con el reto "el que se duerma al último".

En la Escuela Secundaria No. 26 “Francisco I. Madero” se ha reforzado la revisión de las mochilas. A diferencia de 2004, cuando esta estrategia se implementó en los planteles, el objetivo principal no es evitar la introducción de armas de fuego, sino el uso de medicamentos controlados.

A mediados de enero de 2023, ocho estudiantes de esta escuela, ubicada en la colonia San Rafael de la Ciudad de México, se intoxicaron tras ingerir clonazepam, un tranquilizante usado en algunos problemas de salud mental.

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Los alumnos, según autoridades capitalinas, hicieron esto para jugar un reto de redes sociales, al que han llamado “El reto clonazepam” o “El que duerma al último gana”. El desafío consiste en tomar clonazepam, que provoca somnolencia, y evitar dormir de inmediato.

La alarma por este reto creció después de la intoxicación en los estudiantes y de que autoridades de salud y seguridad alertaran por estas prácticas, que ya se han registrado en escuelas de Morelos, San Luis Potosí, Veracruz, Guanajuato y Nuevo León.

Así que los colegios revisan mochilas y brindan pláticas informativas para que el reto no se repita, según versiones de padres y madres de la Secundaria “Francisco I. Madero”. “Lo que han hecho es la revisión de mochilas y han hablado con los chicos”, cuenta la señora Iris, madre de dos adolescentes que estudian ahí.

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En la Secundaria "Francisco I. Madero" de la Ciudad de México se intoxicaron ocho estudiantes tras ingerir clonazepam.

También han solicitado a los tutores informar a la dirección escolar si algún estudiante sigue un tratamiento médico, con el fin de registrar quién sí necesita fármacos y de qué tipo.

Sin embargo, familias y expertos en salud y educación consideran que no basta con revisar mochilas; es necesario implementar mejores protocolos de atención en las escuelas.

“Estos medicamentos tardan de 30 minutos a una hora en hacer efecto. Cómo es que un grupo de niños tiene condiciones y tiempo suficiente para tomar medicamentos. Hay una cadena de responsabilidad adulta”, señala Juan Martín Pérez García, coordinador de la organización Tejiendo Redes Infancia.

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Detrás del reto se esconden dos problemáticas graves que urge atender: la falta de control de los medicamentos que requieren receta y la salud mental de niños, niñas y adolescentes.

Los efectos del clonazepam

El clonazepam es similar al valium, ilustra el doctor Gilberto Castañeda, investigador del Departamento de Farmacología del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav). Se trata de un ansiolítico que produce efectos tranquilizantes y somnolencia. Se utiliza en casos de ansiedad, epilepsia, trastornos del sueño o ataques de pánico, y es seguro bajo vigilancia médica.

Sin embargo, su uso recreativo puede tener consecuencias adversas. En dosis bajas provoca una desinhibición similar a la del alcohol. “Como una borrachera barata”, describe el especialista del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Pero también puede acarrear mareos, náuseas, pérdida de equilibrio, problemas de coordinación, dificultad para pensar o recordar, dolor de cabeza, muscular o de articulaciones; visión borrosa, temblores, incontinencia o retención urinaria e incremento de saliva.

Al principio, los efectos tranquilizantes pueden sentirse agradables y eso representa otro riesgo. Si la sensación resulta placentera, los menores pueden desarrollar tolerancia y hasta dependencia. Es decir, incrementar la dosis y requerirla con adicción.

“Pueden tener unos efectos que, al principio, consideren agradables pero que, al final, resulten muy peligrosos. Nos preocupa que escalen la dosificación y eso lleve hasta la muerte”, advierte.

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Según la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), otros efectos del clonazepam son problemas graves de respiración o sedación y, si se combina con otros medicamentos, hasta puede producir coma.

La salud mental del estudiantado

El “reto del clonazepam” ha recordado también la necesidad de atender la salud mental de las niñas, niños y adolescentes. Según los expertos, los problemas de ansiedad y depresión en la población más joven aumentaron durante la pandemia de Covid-19 y en México no existe todavía una política pública clara para hacer frente a esta situación.

Antes de que surgiera el supuesto reto, en redes sociales circulaban varios videos de menores de edad que contaban su experiencia con la ansiedad, por ejemplo, y la prescripción de medicamentos controlados.

Participar en este reto, consideran los especialistas, puede esconder síntomas de problemas de salud mental en los menores y un deseo de probar alternativas para sentirse mejor.

“Los jóvenes que vivieron la pandemia estuvieron sometidos a una serie de estímulos y de noticias sumamente generadores de ansiedad y de angustia”, dice el doctor Castañeda.

Un estudio de la organización civil Mexicanos Primero arrojó que, tras el cierre de las escuelas por la pandemia, 20 de cada 100 niños y 15 de cada 100 niñas han registrado ansiedad generalizada, frente a 14.5% de los estudiantes entre 10 y 11 años con depresión.

También se reporta un aumento en la ideación suicida entre menores de 10 a 14 años. Incluso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha considerado que los problemas de salud mental son la segunda pandemia global.

“Pero nuestro país no está priorizando el tema de salud mental para niños, niñas y adolescentes. El problema de salud mental es muy doloroso, tiene un alto nivel de sufrimiento y, si no es atendido, tiene un mal pronóstico”, advierte el psicólogo Juan Martín Pérez García.

¿Cómo se consigue el clonazepam?

A decir de los tutores de la Secundaria “Francisco I. Madero”, tras la intoxicación por clonazepam de ocho alumnos, autoridades gubernamentales y escolares han impartido charlas informativas sobre las consecuencias del consumo de ese fármaco y qué hacer si les venden estos productos.

Una de las hipótesis de las autoridades es la venta ilegal de clonazepam. Aunque los expertos no la descartan, señalan que es más probable que el medicamento lo hayan tomado de sus hogares.

Sin embargo, recuerdan que en México sí existe robo hormiga de medicamentos en hospitales, así como venta de recetas falsas y de fármacos en redes sociales y tianguis.

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Venta ilegal de medicinas en Facebook.
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Publicación de supuesta venta de medicamentos de especialidad.

A la par, se delinea un problema que crece en el país y que en Estados Unidos, por ejemplo, ha alcanzado grandes proporciones: el abuso de medicamentos controlados, como la oxicodona, el fentanilo y las benzodiacepinas como el clonazepam.

“Pueden pasar dos cosas: que no hay un control debido y que las farmacias vendan a personas que no tienen recetas o, bien, que hay alguien que está fabricando de manera ilegal”, plantea el doctor Castañeda.

Expansión Política identificó que en algunas redes sociales se comercializan medicamentos y prescripciones médicas sin control.

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Comercialización ilícita de recetas médicas en redes sociales.

“Que los niños y niñas estén comprando medicamentos por internet o por alguna red de mercado negro, lo encuentro difícil pero no imposible. Creo que es obligación de las autoridades informarnos”, subraya Pérez García.

Cancelar las redes sociales no es la solución

Pese a la información de las autoridades de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México respecto a que las intoxicaciones se relacionan con el reto viral del clonazepam, en redes sociales ya no se ubica algún video donde adolescentes inviten a tomar medicamentos.

Y, aunque estuviera disponible, el experto en infancias Juan Martín Pérez García considera que no se deben criminalizar las redes sociales porque esto no protegerá a los menores. Lo que se requiere, afirma, es brindar herramientas a toda la población para usar de manera segura las herramientas digitales y una política gubernamental de alfabetización digital.

“Surge mucho el espíritu policiaco de ‘quítales el internet’ y entonces lo usamos de premio y castigo y no asumimos la responsabilidad parental que significa que tengan un dispositivo y que puedan usarlo de manera responsable”, apunta.

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En redes sociales circulan ofertas de medicamentos.

Y otra madre de familia de la secundaria capitalina reconoce que a los tutores también les hace falta información sobre los dispositivos digitales. "Tenemos que tener el apoyo hacia los chicos porque es atención lo que requieren los niños. Creo que nos falta más conocimiento, más atención como padres de familia".

Los niños, niñas y adolescentes de ahora ya son nativos digitales, las redes sociales forman parte de su vida, es un espacio de socialización y una manera de generar vínculos afectivos, sostiene el psicólogo.

El señor Rodolfo, padre de un adolescente de la Secundaria “Francisco I. Madero” coincide, pero agrega que también tienen responsabilidad las empresas dueñas de las redes sociales. “Deben de regular qué pueden ver y qué no pueden ver y eso debe aplicarse en México” sostiene.

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