Los alumnos, según autoridades capitalinas, hicieron esto para jugar un reto de redes sociales, al que han llamado “El reto clonazepam” o “El que duerma al último gana”. El desafío consiste en tomar clonazepam, que provoca somnolencia, y evitar dormir de inmediato.
La alarma por este reto creció después de la intoxicación en los estudiantes y de que autoridades de salud y seguridad alertaran por estas prácticas, que ya se han registrado en escuelas de Morelos, San Luis Potosí, Veracruz, Guanajuato y Nuevo León.
Así que los colegios revisan mochilas y brindan pláticas informativas para que el reto no se repita, según versiones de padres y madres de la Secundaria “Francisco I. Madero”. “Lo que han hecho es la revisión de mochilas y han hablado con los chicos”, cuenta la señora Iris, madre de dos adolescentes que estudian ahí.

También han solicitado a los tutores informar a la dirección escolar si algún estudiante sigue un tratamiento médico, con el fin de registrar quién sí necesita fármacos y de qué tipo.
Sin embargo, familias y expertos en salud y educación consideran que no basta con revisar mochilas; es necesario implementar mejores protocolos de atención en las escuelas.
“Estos medicamentos tardan de 30 minutos a una hora en hacer efecto. Cómo es que un grupo de niños tiene condiciones y tiempo suficiente para tomar medicamentos. Hay una cadena de responsabilidad adulta”, señala Juan Martín Pérez García, coordinador de la organización Tejiendo Redes Infancia.