Hoover del FBI como modelo
Detenido en diciembre de 2019 en Dallas, Texas, García Luna de 54 años fue interlocutor directo con Washington cuando era el zar de seguridad del presidente Calderón.
Una fotografía lo muestra compartiendo sonrisas con la exsecretaria de Estado Hillary Clinton en 2009, en plena época de la "Iniciativa Mérida", lanzada por ambos países para combatir el crimen organizado transfronterizo.
Jefe de la policía, el exagente secreto era entonces el brazo armado de la guerra total contra los narcos iniciada por Calderón en diciembre de 2006.
En aquella época, el llamado "superpolicía" ya llevaba varios años monetizando su influencia con “El Chapo" Guzmán, acusó el Departamento de Justicia estadounidense en 2020.
"De 2001 a 2012 (...) García Luna recibió millones de dólares en sobornos del Cártel de Sinaloa a cambio de brindar protección para su actividad de narcotráfico", alega dicha dependencia.
Antes de ser ministro, este ingeniero de formación dirigió la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI), una rama de la antigua procuraduría federal.
En ese cargo, supervisó la detención en diciembre de 2005 de la francesa Florence Cassez y de su exnovio Israel Vallarta, acusados de secuestros. Fue un completo montaje, según un reciente documental de Netflix.
Cassez fue liberada por decisión de la Suprema Corte, que argumentó vicios de forma, en enero de 2013. Vallarta, que fue torturado por la AFI, sigue encarcelado y esperando un juicio.
Proveniente de un barrio modesto de México, García Luna ingresó a los 21 años al desaparecido servicio de inteligencia nacional (Cisen), donde tomó como modelo a John Edgar Hoover, jefe del FBI de 1924 a 1972.
Allí conoció a su esposa, una analista de inteligencia a la que saluda afectuosamente en cada audiencia en Nueva York.