Martínez, testigo cooperante de la Fiscalía, y que ya cumplió una condena reducida en Estados Unidos, estaba encargado del envío de cocaína del cártel de Sinaloa a EU por tren desde México a tres ciudades estadounidenses: Los Ángeles (California), Chicago (Ilinois) y Nueva York.
La Fiscalía, si bien renunció a preguntarle a Martínez Sánchez, directamente sobre García Luna, sí lo interrogó sobre el conocimiento general entre los narcos del cártel de Sinaloa de si se practicaban sobornos a la policía federal, militar, judicial y municipal.
Durante su intervención, Martínez Sánchez indicó que en dos ocasiones en las que estaba preocupado por posibles incautaciones de su mercancía, dos miembros del cártel lo tranquilizaron asegurando que todas las agencias de seguridad estaban compradas.
Además, contó que en una ocasión el capo Vicente Carrillo le dijo: "No sea miedoso, cabrón", antes de insistir en que el líder del cártel de Sinaloa Ismael "El Mayo" Zambada tenía "todo arreglado con los altos mandos de la federal, el Ejército, la judicial.
Más allá, de insistir en los sobornos, le preguntaron por los beneficios de la droga y sus actividades en Nueva York, donde, según el testigo el cártel vendía drogas porque en esta ciudad los clientes pagan más por la cocaína.