Los porcentajes corresponden al indicador “consumo negado”, que hace referencia a las medicinas que no están disponibles en los hospitales cuando los pacientes las requieren.
“El consumo negado es un indicador que nos ayuda a dimensionar el problema del desabasto en el IMSS. Aplica para todas las recetas, que son: farmacia, surtimiento en piso o quirófano, o receta colectiva”, explicó José Carlos Ferreyra, presidente del Inefam.
El año pasado, el Seguro Social reportó el uso en todas sus unidades médicas de 1,856 tipos de medicamentos. De ese universo, 176 fármacos acumularon 80% de todos los consumos negados.
Al analizar el costo de los medicamentos negados, según el precio al que los adquirió el IMSS en la última compra pública, el monto representaría una pérdida de 5,155 millones de pesos, aseguró el experto en el webinar “El mercado de medicamentos en México para 2023: Retos y oportunidades”.
“Cuando una receta no fue surtida, le podemos llamar entonces un desabasto. Y todos sabemos que tenemos el problema del paciente ambulatorio que tiene que estar regresando. En su receta le dieron Losartán, pero le dicen: ‘Señora, no hay. Dentro de dos semanas’. Y vuelve a regresar dentro de dos semanas y le dicen: ‘Espéreme una semana más, ya me avisó la dirección de abastos que la próxima semana ya vamos a tener Losartán’”, comentó.