Este gasto de bolsillo representó 40.1% del total de la oferta de bienes y servicios del sector salud.
Aunque la proporción disminuyó unas décimas en relación a 2020, cuando el gasto de bolsillo alcanzó 40.7%, las familias mexicanas continúan desembolsando grandes cantidades de dinero para su salud.
Los hogares de México dedicaron 50.7% del gasto de bolsillo a la adquisición de medicamentos; 14.8% al pago de consultas médicas; 14% a servicios hospitalarios y 5% a laboratorios, ambulancias y residencias de salud.
En cuanto al trabajo no remunerado que las familias destinan a la salud, los cuidados que se realizaron a integrantes del propio hogar concentraron 74.7% del total; los cuidados de salud a personas enfermas de otros hogares representaron 23.0 % y el trabajo voluntario en salud, a través de instituciones no lucrativas, alcanzó 2.3%.
Para las y los integrantes del propio hogar se destinó 34.9% de las horas a los cuidados especializados; 18.9% a cuidados temporales y 13.4% a cuidados preventivos. Los cuidados a personas enfermas de otros hogares absorbieron 31.4% de horas y 1.4% se destinó al trabajo voluntario en salud en instituciones no lucrativas.
De ese trabajo no remunerado, las mujeres cubrieron 70.2 % del tiempo total de cuidados y los hombres 29.8%.