Si bien aún faltan 18 meses para las elecciones presidenciales de 2024, el 2022 fue un año de peticiones y propuestas de uno de los tres aspirantes mejor posicionados en las encuestas rumbo a la definición de la candidatura de Morena: Marcelo Ebrard.
El secretario de Relaciones Exteriores dejó atrás el discurso de “aún falta mucho para el 2024” y metió el “acelerador” en la carrera presidencial.
En los últimos meses Ebrard ha ido delineando propuestas y haciendo peticiones para garantizar un proceso equitativo en la definición del candidato o candidata de Morena, el cual podría ser quien supla al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ebrard fue destapado por el presidente López Obrador: en una conferencia matutina, el mandatario federal incluyó su nombre en la lista de posibles perfiles a sucederlo, junto a Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México; Esteban Moctezuma, embajador de México en Estados Unidos; Juan Ramón de la Fuente, exrector de la UNAM; Tatiana Clouthier, exsecretaria de Economía, y Rocío Nahle, titular de Energía. Después también sumó al secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
En las preferencias rumbo a 2024, Ebrard se ubica en segundo lugar. En una encuesta realizada por El Financiero, el canciller tiene 40% de aprobación, ocho puntos abajo de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; mientras que en el ejercicio realizado por el diario Reforma, el encargado de la política exterior del país tiene 25% de apoyo; seis puntos abajo de Sheinbaum.
Ebrard Casaubon ha aspirado a ser candidato a la Presidencia al menos desde los últimos 11 años. En el 2011, cuando terminaba su periodo como jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, participó en una encuesta con la que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) definió a su candidato presidencial, en la que resultó electo Andrés Manuel López Obrador.
Rumbo a 2024 ha reconocido su interés en contender por la presidencia de la República, pero para ello pide que haya piso parejo entre los aspirantes.
Debates. El estatuto de Morena establece que el método de elección para el candidato de Morena será mediante una encuesta. Sin embargo, el canciller Marcelo Ebrard ha planteado que, antes de que se consulte a los ciudadanos su opinión sobre los morenistas, los aspirantes deben someterse a un debate para exponer su visión de país.
“Yo me imagino que el año entrante, después de mediados del año, pues habrá, organizará Morena debates para que cada quien presente lo que quiere hacer, conforme a lo que se espera, y ahí ya podremos decir qué pensamos sobre temas específicos en dónde puede haber diferencias de criterio y puntos de vista”, dijo en octubre pasado al periodista de The New Yorker, Jon Lee Anderson, en el festival #Dromofest.
Hace unos días, el canciller pidió al líder del partido, Mario Delgado, que en el primer semestre de 2023 se realizaran debates entre los presidenciables para contrastar perfiles, trayectorias y propuestas.
Esto permitiría –advirtió Ebrard– que al momento de emitir su opinión, los ciudadanos tengan más argumentos.
Renuncia al cargo. Debido a que tres de los aspirantes a la candidatura presidencial de Morena ocupan un cargo público, el canciller ha pedido que se fije una fecha para dejar su puesto.
La propia ley marca que cualquier servidor que aspire a otro cargo debe renunciar al menos seis meses antes del día de elección.
“No ser secretario o subsecretario de Estado, fiscal General de la República, ni titular del poder ejecutivo de alguna entidad federativa, a menos de que se separe de su puesto seis meses antes del día de la elección”, dice la fracción VI del artículo 82 de la Constitución .
Sin embargo, el canciller pide que la separación del cargo se dé antes de que se realicen los debates entre morenistas.
La jefa de Gobierno ha afirmado que no es necesario separarse de su cargo para poder participar en la encuesta de Morena.
“Sobre el tema de retirarnos de nuestro cargo, no lo creo necesario. En mi caso no lo creo necesario. Yo, a diferencia de mis compañeros, pues yo soy electa y yo tengo una responsabilidad que cumplir”, aseguró hace unas semanas.
Sin renunciar a su cargo, cada uno de los aspirantes ha ocupado fines de semana u horas de su tiempo libre para hacer recorridos por el país.
Algunos expertos han considerado que la jefa de Gobierno tiene ventaja frente a sus correligionarios debido a la proyección y los recursos que tiene en la capital del país.
“Marcelo Ebrard y Adán Augusto están en desventaja frente a Claudia Sheinbaum porque ella tiene un mejor escaparate que es el Gobierno de la Ciudad de México. La intención de que se separen de sus puestos es quitar la caja de resonancia que tiene Sheinbaum y los recursos, porque ser secretario de Estado es más limitante. Donde está Claudia tiene más reflectores que como un secretario de Estado”, explicó en una entrevista la analista política y académica de la Universidad Iberoamericana, Ivonne Acuña.
No encuestas simuladas. Aunque se trata de un método impulsado y defendido por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, las encuestas han generado dudas y rupturas en Morena.
Uno de los planteamientos del canciller es que se realice una encuesta de manera independiente y verificable. Lo ideal –plantea– es que se contemple una sola pregunta en urna simulada y con una muestra de 20,000 o 30,000 cuestionarios.
