“Una vez que concluya la vigencia de la orden conforme al Título 42, el (Department of Homeland Security, DHS) procesará a las personas interceptadas en la frontera que no tengan documentos de viaje adecuados usando las facultades que posee desde hace tiempo al amparo del Título 8, que prevén consecuencias significativas, incluida la prohibición de reingreso por cinco años de las personas que sean expulsadas”, planteó.
La medida de salud, que sirvió también para los propósitos migratorios (el Título 42), fue confeccionada en la administración de Donald Trump. Ante el repunte de contagios de covid-19, el gobierno de Estados Unidos determinó cerrar el sistema de asilo de esa nación.
"(Se ordena) la suspensión del derecho a introducir a personas a Estados Unidos desde países o lugares extranjeros designados con fines de salud pública (...) La suspensión significa el cese temporal del efecto de cualquier ley, regla, decreto u orden en virtud de la cual una persona podría tener derecho a ser introducida o solicitar la introducción en Estados Unidos", estableció el mandato.
Al gobierno de Estados Unidos le preocupa la reactivación del flujo migratorio, el cual ha calificado como el segundo más grande de la historia, solo después de la Segunda Guerra Mundial:
“La inestabilidad económica y política en todo el mundo está contribuyendo a que se generen los niveles más elevados de migración desde la Segunda Guerra Mundial, incluso en el Hemisferio Occidental. El incremento marcado de la migración global pone a prueba los sistemas de numerosas naciones, incluido el nuestro”.
Durante el año fiscal 2022, integrantes de la Patrulla Fronteriza de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos encontraron casi a 1,000 migrantes muertos en la frontera compartida con México.