La acusada, quien hoy cumplió 38 años de edad, obtuvo el beneficio de la pre liberación desde hace más de año y medio, pero ante la falta de una adecuada defensa no había logrado acreditar la reparación del daño y, en consecuencia, gozar de su libertad.
La mujer a quien ya la esperaban su madre, hermana e hija de 18 años de edad, fue acusada de homicidio en razón de parentesco desde hace dos décadas.
Esta noche, podrá regresar a casa tras haber carecido de una adecuada defensa. Además, con su trabajo dentro del penal se convirtió en el único sustento económico para su familia.
Una vez que cruzó la puerta hacia la libertad, abrazó a sus familiares, no sin antes agradecer a Dios, al ministro Zaldívar, al director general del Instituto de la Defensoría Pública y "a mi jefa María Elena y Yazmín" por todo el apoyo recibido.
Profundamente emocionada y a pregunta expresa, dijo que retomará su vida y se dedicará a continuar con sus estudios, con su trabajo.