María del Rosario Ibarra de la Garza nació en la ciudad de Saltillo, Coahuila, el 24 de febrero de 1927. Como política, se desempeñó como diputada y senadora, además fue la primera mujer candidata a la Presidencia de la República en 1982 y 1988 por el otrora Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).
De acuerdo a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) el hecho que marcó su vida fue la desaparición forzada de su hijo Jesús Piedra Ibarra, un joven activista acusado de formar parte del grupo guerrillero “Liga 23 de Septiembre”, quien en 1974, a los 19 años, fue detenido de manera ilegal en Monterrey por agentes policiales quienes posteriormente lo entregaron a instancias castrenses.
En 1977, se fundó el Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos, que sería conocido como el Comité ¡Eureka!, para exigir justicia y demandar el alto a la impunidad. Desde entonces, el Comité ha logrado encontrar a más de 148 personas desaparecidas con vida y ha popularizado la consigna de “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”.
Debido a su gran lucha colectiva, en 1978 el presidente José López Portillo decidió promulgar la Ley de Amnistía, la cual fue aprobada en el Congreso. En 2005, la activista también fue reconocida con la medalla al mérito ciudadano por parte de la Asamblea Legislativa del entonces Distrito Federal.

En 2012, con el impulso del Comité ¡Eureka! y el Colectivo Hijos México, Rosario Ibarra abrió el Museo Casa de la Memoria Indómita para reivindicar a personas víctimas de desaparición forzada, y desaparecidos por motivos políticos.
Asimismo, fue promotora de las reformas legales y constitucionales a favor de los derechos humanos y en contra de la tortura y desaparición forzada. Debido a esta gran labor fue candidata al Premio Nobel de la Paz en los años 1986, 1987, 1989 y 2006. En 2013 fue honrada con un documental sobre su trayectoria como luchadora social y en 2019 se le concedió la medalla al mérito cívico “Eduardo Neri, legisladores de 1913”.