La exoneración de Cienfuegos en México causó polémica en enero porque la Fiscalía General de la República (FGR) revisó en menos de dos meses el expediente que la DEA armó desde 2017.
Aunque López Obrador primero expresó en octubre de 2020 que el arresto "es una muestra inequívoca de la descomposición del régimen", después acusó a la DEA de "fabricar" los delitos contra Cienfuegos.
"Me siento impotente y carezco de recursos para pagar un juicio en este país. Usted me conoció y me trató en dos ocasiones ya como presidente electo, en la que me permitió darle mi opinión del Ejército y la Fuerza Aérea", le comentó el general al presidente.
En el expediente que publicó la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el Departamento de Justicia de Estados Unidos detalló que las pruebas recabadas contra Cienfuegos "consisten principalmente en comunicaciones interceptadas, en decomisos físicos de drogas y en testigos cooperantes".
Estas pruebas se usaron para elaborar cuatro cargos de asociación delictuosa para fabricar, distribuir e importar cocaína, metanfetamina, marihuana y heroína, además de lavado de dinero. Sin embargo, el general negó estas acusaciones cuando solicitó la ayuda de López Obrador.
"Como mi comandante supremo de las Fuerzas Armadas, le informo con toda veracidad como ciudadano y como militar, que los cargos que se me atribuyen son totalmente falsos porque nunca en mi vida he cruzado una palabra con ningún criminal", sostuvo.
Cienfuegos afirmó que "en 57 años ininterrumpidos de servicio al país", nunca estuvo "ni de cerca, en algún asunto delictivo".
"Podría escribir mucho más, pero lo importante es que hay una gran injusticia", insistió el general. "Quedo en espera de su ágil determinación", concluye la carta de dos páginas.
-Con información de EFE.