La acción de inconstitucionalidad se aprobó durante el análisis del recurso 59/2021 y su acumulada 66/2021, que presentaron diputados del Congreso local, así como la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de esa entidad, en contra de los delitos de ultraje a la autoridad.
La víspera, Cuitláhuac García Jiménez, gobernador de Veracruz, envió una carta al pleno en la que expresaba su preocupación por declarar la inconstitucionalidad de la ley: "Se creará un vacío legal ante hechos y conductas que en realidad suceden”, apuntó el mandatario.
Durante la discusión, los ministros consideraron que no existe precisión para establecer de manera puntual las conductas que están prohibidas y las sanciones que, en su caso, se deberán imponer a quienes las comentan.
En su proyecto, el ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo, estableció que “la norma impugnada tiene un impacto desproporcional sobre las personas, pues al criminalizar cualquier amenaza o agresión sin poder saber a priori, si sus expresiones o actos son considerados o no como delictivos, genera un efecto inhibitorio del derecho a la libertad de expresión”.
Lo anterior –agregó–, ante el miedo de que, por expresar sus opiniones, “sean sujetos de la acción penal del estado, cuestión que limita, de manera irrazonable, el ejercicio de esa libertad”.