El argumento de la Secretaría de Salud (SS) para no incluir a menores de edad en el plan nacional de vacunación, es que son el grupo con el menor riesgo ante la enfermedad, incluso si se contagian.
Hasta el momento, y ante la insistencia ciudadana, el gobierno federal ha procedido a vacunar solamente a adolescentes de 12 a 17 años que padecen comorbilidades graves, aún cuando la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarias (Cofepris) aprobó la vacuna para todo este rango de edad.
Los colectivos recordaron que, hasta el 30 de enero de este año, la Salud reportó 295,233 contagios, 12,977 hospitalizaciones, 971 intubaciones y 1,088 defunciones, en el rango de edad de cero a 17 años.
Además, debido al número limitado de pruebas diagnósticas realizadas, los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2020 sobre COVID-19 y del reporte del exceso de mortalidad de la SS indican que las cifras de contagios y defunciones ascienden a 8 millones 856,990 y 2,394, respectivamente.
Los colectivos mencionaron que, incluso bajo este escenario, las autoridades llevan a cabo una política de regreso a clases presenciales sin considerar todas las previsiones necesarias para salvaguardar la salud de niñas, niños y adolescentes.
Esto a derivado en el ausentismo, pues los padres de familia o tutores no tienen aún la confianza para enviar a sus hijos a las aulas sin temor de que puedan contagiarse.
"Se ha ignorado además el posible desarrollo de COVID persistente o 'largo' en forma tal que, contrario a sensibilizar a los padres de familia y población estudiantil, se comunica un mensaje de falsa seguridad, que les expone a un riesgo de contagio aún mayor", alertaron las organizaciones.