En cuanto al INE, ¿qué lectura da a las constantes críticas del gobierno y de Morena al instituto?
En general, los partidos apoyan al árbitro electoral cuando ganan y lo cuestionan cuando pierden, pero yo creo que la sociedad mexicana vería con muy malos ojos que las elecciones pasaran otra vez a la Secretaría de Gobernación, no tiene sentido. Hay más aceptación de la sociedad mexicana. En todas las encuestas, el INE sale mejor calificado que la Cámara de Diputados, hay una diferencia muy amplia. Entonces, sería suicida que la Cámara de Diputados impulsara algo así. Ahora, volviendo al tema de quién contempla la historia como fuente de enseñanza, yo diría que el único político que hoy en día busca la historia es el presidente. A veces da la impresión de que la busca más como fuente de legitimidad que como fuente de experiencia, pero no se puede negar que es el único que habla de historia. Teníamos varios sexenios de no escuchar esto.
Hoy, ¿cuáles diría que son los principales desafíos de la democracia mexicana?
Para que mejore la democracia mexicana, se necesita, primero, que mejoren las condiciones de la sociedad. Mientras haya un alto número de pobres y de pobres en situación extrema, la democracia es vulnerable. Segundo, mientras tengamos problemas de educación, la democracia será vulnerable. Un ciudadano mejor educado fortalece a la democracia. Un pueblo que carece de información o que tiene una educación superficial es candidato a tener un sistema político endeble.
Como alguien que formó parte de la Junta de Gobierno de la UNAM, ¿qué dice ante los señalamientos del presidente en el sentido de que la UNAM “se derechizó” ?
Yo le tendría que decir al presidente, con todo el respeto que le tengo, que en el caso de la UNAM esa es una declaración política y uno podría preguntarse cuál sería su objetivo. Si fuera una declaración que pretendiera ser analítica de lo que está pasando en la universidad, le diría que hay datos duros e indicadores que contradicen esa afirmación.
¿Cuántos libros ha publicado la UNAM en los últimos 20 años con características críticas del sistema político, económico y social de México? ¿Cuántas tesis, cuántos cursos se ofrecen en esta perspectiva? Y la pregunta decisiva: de haberse derechizado la comunidad universitaria, no habría votado por él hace tres años. La comunidad universitaria votó por él: trabajadores, estudiantes, un número enorme y claramente mayoritario del personal académico. ¿Cómo puede decir que se derechizó si votó por él? Si piensa que no votó igual en 2021, habría que preguntarse cuáles fueron las razones.
A lo mejor no está en que se derechizó la universidad, sino en que el gobierno de la ciudad o el gobierno federal no dejaron satisfecha a una parte de la ciudadanía”.