Tras cinco años de pausa, este jueves los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador; de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, se reunirán presencialmente en la Novena Cumbre de Líderes de América del Norte.
Si bien cada país tiene sus prioridades de agenda, será la oportunidad para que el gobierno mexicano plantee una gestión regional de la pandemia de COVID-19 y acuerdos en materia de migración, coinciden especialistas.
La tarde de este miércoles, el presidente López Obrador viajó a Washington, ciudad donde la mañana de jueves sostendrá un encuentro con su homólogo Justin Trudeau, más tarde con Joe Biden y por la comida con ambos, en un diálogo trilateral que tendrá como sede la Casa Blanca.
Javier Urbano, académico de la Universidad Iberoamericana, explica que la relación trilateral no atraviesa por el mejor momento debido a que durante cinco años no se reunieron, pero también a que no hay una agenda en común.
“El resultado de la reunión va a ser simbólico o nulo. Es una reunión de acercamiento, van a establecer una agenda de trabajo, declaraciones de interés trilateral, pero se ve difícil que se alcancen acuerdos”, señala en entrevista.
Los gobiernos de los tres países difundieron los temas que se tocarán en la reunión trilateral:
1. COVID-19 y la seguridad sanitaria de América del Norte.
2. Promover la competitividad y genera condiciones de crecimiento equitativo.
3. Recuperación económica postpandemia y desarrollo para la región.
4. Cambio climático.
Javier Urbano sostiene que aunque se difundió que ésta es la agenda, realmente cada presidente llega con sus prioridades. En el caso de Joe Biden es el control de la migración ante la reactivación del flujo de ciudadanos mexicanos y extranjeros que quieren entrar a ese país; para Justin Trudeau acordar acciones para enfrentar el cambio climático y López Obrador la recuperación económica, la lucha contra la pandemia de COVID-19, así como una reforma migratoria que regularice a 11 millones de mexicanos.
“La naturaleza de los tres países es que viven en el ámbito regional en una agenda bilateral más que trilateral, entonces la reunión no tendrá mucho efecto más que el simbólico y el de algún tipo de acercamiento puntual”, destaca.
Al respecto, José María Ramos, académico de El Colegio de la Frontera Norte (Colef), refiere que el presidente Andrés Manuel López Obrador debe aprovechar el encuentro para plantearle a sus homólogos de Estados Unidos y Canadá una cooperación regional para frenar la pandemia en América del Norte.
“Hubo un déficit en la gestión de la pandemia por este criterio absurdo de seguridad nacional de Estados Unidos, si bien se redujo en términos cuantitativos la pandemia, se mantienen los riesgos latentes, por lo que se debería hablar de una cooperación regional...Hace 10 años se creó el Plan de América de Norte para reducir la pandemia AH1N1 , ahí sí se dio toda una alianza entre los tres países, y ahora con el COVID-19 no”, sostiene.
A este encuentro Estados Unidos llega con 443 millones de dosis aplicadas, pero solo con el 58.9% de su población vacunada; Canadá con 59 millones y con el 75% de sus habitantes inmunizados, en tanto México 129 millones de dosis y el 70% de su población mayor a 18 años inmunizada, de acuerdo con Our World in Data.
“El gran reto es seguir fortaleciendo fronteras para tener cruces seguros desde el punto de vista de sanidad para agilizar los cruces fronterizos”, agrega Ramos.
En su visita a Estados Unidos para participar en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el pasado 9 de noviembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo, a través de un video, a migrantes mexicanos que regresaría a esa nación a hablar con su homólogo Joe Biden sobre su propuesta para regularizar a 11 millones de mexicanos que radican en ese país.
Al respecto, los especialistas consultados explican que el presidente sí podría abordar con Biden e incluso con Trudeau el tema de la migración. Con el primero una reforma que legalice la estancia a los connacionales que viven en Estados Unidos, y con el segundo buscar un acuerdo para que se incrementen cuotas de trabajadores mexicanos en esa nación.
“La reforma migratoria para mexicanos la veo difícil, pero se puede tocar el tema. Lo que es más importante es que se incrementen las cuotas de trabajadores agrícolas, incluso eso se puede pedir a los canadienses”, dice Ramos.
Para lograr una reforma a favor de la comunidad mexicana, incluso el gobierno de López Obrador puede echar mano de los consulados, agrega el experto.
“Los consulados pueden tener un papel importante en la reforma migratoria porque pueden hacer cabildeo en las comunidades de los republicanos porque ellos se ven beneficiados pero están rechazando la reforma migratoria por cuestiones políticas, pero si haces cabildeo México puede destacar los beneficios y los partes de la mano de obra mexicana”, sostiene.
Para México también es importante el control de flujo migratorio debido a que en los últimos meses se ha pasado de ser país de tránsito a país de destino de miles de centroamericanos y haitianos que buscaban llegar a Estados Unidos.
De enero a octubre, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) recibió 108,195 peticiones de asilo, cifra que rompió récord de cualquier otro año o periodo similar.
El Instituto Nacional de Migración (INM) identificó que entre las fronteras de México hubo entre enero y agosto 147,033 personas migrantes en condición irregular.
Sin embargo, la migración de mexicanos también ha repuntado. Cifras de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos revelan que 590,990 mexicanos fueron detenidos de enero a octubre de este año, que representan el 35% del millón 680,953 de migrantes identificados por esa autoridad.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha asegurado que su iniciativa de reforma eléctrica no será tema de conversación, pero los expertos consideran que, al menos su homólogo Biden, lo pondrá sobre la mesa porque a empresas estadounidenses les preocupa la limitación que plantea hacia los privados al plantear que 46% de mercado se a para las empresas y el 54% para la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en nuestro país, ha expresado su inquietud por la reforma, al señalar que empresarios estadounidenses están preocupados por la iniciativa, debido a que han invertido alrededor de un billón de dólares.
Brian Nichols, subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental afirmó que la integración energética triletaral sí será un tema en el encuentro.
En los días previos a su viaje, el presidente López Obrador señaló que si se le cuestiona por su iniciativa, explicará que es para poner orden y evitar que empresas, particularmente las extranjeras, sigan robando a México.
"No está ( en la agenda) pero si sale en la conversación pues también lo tratatamos. Explicarle al primer ministro Trudeau, al presidente Biden por qué queremos fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad. Es muy sencillo, porque no queremos que aumenten los precios de la luz y que se terminen con los abusos de las empresas particulares, sobre todo de las extranjeras, y en especial, lo voy a decir, de las españolas, que nos veían como tierra de conquista”, explicó.
José María Ramos comenta que el presidente tendrá que defender su iniciativa y puede hacerlo argumentando que busca combatir la corrupción, un aspecto pilar del Tratado de Libre Comercio entre las tres naciones.
“Un tema central del T-MEC es el combate a corrupción, la transparencia y rendición de cuentas, el punto es que con esta reforma (la eléctrica) se están fortaleciendo estos temas centrales", resalta el académico.
