El Ejecutivo aceptó su renuncia tras su boda con la consejera electoral Carla Humprey, que se celebró en la Antigua, Guatemala, con más de 300 invitados, la cual calificó como un “asunto escandaloso”, situación que lo deja en la imposibilidad de laborar en empresas de la que pueda tener información privilegiada por 10 años.
“Los servidores públicos comprendidos en los grupos jerárquicos de mando superior a que se refiere el manual de percepciones previsto en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria del Gobierno Federal, que por cualquier motivo se separen de su cargo, no podrán ocupar puestos en empresas que hayan supervisado, regulado o respecto de las cuales hayan tenido información privilegiada en el ejercicio de su cargo público, salvo que hubiesen transcurrido al menos diez años”, dice el artículo 24 de la Ley Federal de Austeridad Republicana.
Conoce más:
Aun cuando presume la cifra más alta de bloqueos en casi dos décadas y acciones en materia de lavado de dinero y combate al terrorismo fiscal tanto a nivel nacional como internacional, Nieto Castillo presentó su renuncia para no afectar el proyecto de gobierno de López Obrador. “Mi lealtad es con el Presidente”, afirmó en un tuit.
Antes de que pudiera afectarse al proyecto, por las críticas derivadas de actos de terceros relacionados con un evento personal y transparente, preferí presentar mi renuncia como titular de la #UIF. Mi lealtad es con el Presidente @lopezobrador_. Mi amor para @C_Humphrey_J.
— Santiago Nieto (@SNietoCastillo) November 9, 2021
Es la segunda vez que el abogado por la Universidad Autónoma de Querétaro deja un puesto en el gobierno en medio de la polémica, la primera vez fue cuando acusó al exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, quien hoy enfrenta un proceso penal por el caso Odebrecht en el que está involucrada la UIF, de presionarlo para señalar su inocencia.