Con la aprobación de la Ley Federal de Austeridad Republicana lograda por la Cámara de Diputados, se consiguió el candado por 10 años para que los altos funcionarios no trabajen en empresas que hayan regulado o de las cuales tengan ‘información privilegiada’, la llamada "puerta giratoria"; pone el ojo a los fideicomisos que manejan recursos públicos, además crea un Comité de Evaluación que revisar los ahorros.
También obliga a las dependencias de gobierno a hacer un “análisis” y basar sus recortes de personal en evidencias.
¿Qué más dice la ley? Aquí lo explicamos: