Santiago Nieto, el hombre que “se creyó su papel” como fiscal y molestó al poder
CIUDAD DE MÉXICO (ADNPolítico).- Cuatro años después de que asumió la titularidad de la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales (Fepade), un joven funcionario queretano relata lo que ocurrió desde su llegada a esa institución hasta su forzosa salida, pero ahora desde su lugar en el actual gobierno federal como cabeza de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda (SHCP).
Es Santiago Nieto Castillo quien, a juicio del canciller Marcelo Ebrard y de la periodista Carmen Aristegui, es un hombre que se atrevió a hacer algo que pocos: hablar de temas que podrían alcanzar a los más altos funcionarios del sexenio anterior, principalmente por el caso de los sobornos que la empresa brasileña Odebrecht acepta haber repartido en México.
Aristegui, la única mujer entre los tres presentadores del libro de Nieto —Sin filias ni fobias. Memorias de un fiscal incómodo—, señala que se trata del escándalo de corrupción más importante de Latinoamérica y que apunta a altos exservidores públicos mexicanos, como el exdirector de Pemex Emilio Lozoya.
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También, es justo el caso que derivó en la salida de Nieto de la Fepade. De acuerdo con Aristegui, cuando “este hombre se creyó su papel” y dio pistas en la UNAM y en una entrevista con el diario Reforma sobre quiénes estaban implicados en los sobornos, “prendió alarmas” dentro de las altas esferas del poder.
Aquel posible delito electoral —el presunto uso de dinero sucio en la campaña presidencial de 2012— ya prescribió, asegura la periodista, pero el delito de cohecho aún puede investigarse con información recientemente dada a conocer por la Fiscalía General de la República (FGR) y de las autoridades brasileñas. Lo anterior, incluso, apunta a que el gobierno de México pudo haber firmado un convenio de colaboración, que signaron otros países, para que a cambio de información no se persiguiera a los funcionarios de la constructora.
Durante la presentación en una sala repleta del Museo Nacional de Antropología, Ebrard afirma acerca del libro que está muy bien escrito y sirve para mirar hacia el futuro e impedir que situaciones como las que se narran vuelvan a ocurrir. Más aún, cuando el autor ahora está en un lugar privilegiado, la UIF, desde donde puede tener acceso a información que antes no tenía a la mano.
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El canciller describe a Nieto como un hombre “con integridad, algo difícil de encontrar en la vida pública de México”.
Pasados los primeros 30 minutos de la presentación, Nieto recuerda algunos hechos y coincidencias que lo llevaron hasta ese auditorio para presentar las memorias de su paso por una fiscalía, desde donde tenía la tarea de prevenir, investigar y castigar delitos.
“La historia no la hacen los vencedores, la historia la hace quien la hace”, señala el ahora titular de la UIF, al asegurar que ha habido avances en materia electoral. Entonces, cuestionado sobre qué fue lo que pasó cuando era titular de la Fepade, responde que el problema fue la corrupción que empezó a llegar a las altas estructuras.
Acerca del caso Odebrecht, Nieto afirma que espera que no quede impune pues eso, a su parecer, socavaría a las instituciones del país.
“Quiero cerrar la página, el proyecto de Fepade iba a terminar, pero no nos dejaron llegar al examen (...) Escribir el libro fue hacer una lista de historias que valía la pena contar, transmitir. Para mí, significa un cierre de página, dejar atrás el recuerdo de una institución entrañable. Pero donde no puedo dar marcha atrás es en una lucha por las convicciones democráticas”, concluye.