En México, sin embargo, el alza ha sido del 54.8%. De hecho, allí se han producido prácticamente 4,500 decesos por cada millón de habitantes más de los que se podían esperar si no hubiera irrumpido la pandemia frente a apenas 2,000 decesos, en promedio, en el conjunto de la OCDE.
Las 290,000 muertes oficialmente atribuidas al COVID-19 en ese país, en cualquier caso, significan menos de 2,000 fallecimientos por cada millón de habitantes, un contraste que según precisa a EFE Federico Guanais, uno de los autores del informe, se explica porque en México se hacen muchos menos test.
Es decir, que hay una parte significativa de los fallecimientos que se han producido desde 2020 que también se deben al coronavirus aunque no hayan sido detectados como tales.
México también destaca por ser el tercer país a fecha del 1 de noviembre con la tercera tasa de vacunación más baja, con un 47% de la población inmunizada, frente al 65% de media en los 37 países miembros de la organización para los que hay datos.
Su posición relativa ha retrocedido en los últimos meses, ya que a comienzos de julio ocupaba el sexto puesto por la cola, lo que ilustra la lentitud de la campaña de vacunación, que como recuerda la organización, está permitiendo reducir netamente el impacto de la epidemia en términos de hospitalizaciones y de muertes.
Guanais hace notar que Latinoamérica tomada como conjunto "si no es la más afectada es una de las regiones del mundo más afectadas" por el coronavirus desde que se propagó la epidemia a comienzos de 2020, con otros países igualmente fuertemente golpeados, como Perú o Brasil.
Entre los que pertenecen a la OCDE, también se ha visto seriamente sacudido Colombia, donde la mortalidad global subió un 37.8% en un año y medio hasta junio de 2021 si se compara con el periodo de referencia de 2015 a 2019.