De acuerdo con el Índice de Desempeño de Programas Públicos Federales (INDEP), 54 de los 96 programas que se analizaron tienen un nivel de desempeño escaso debido a que cuentan con bajos niveles de cobertura de su población potencialmente beneficiaria y tienen avances bajos o mediocres en el cumplimiento de sus metas.
En estos se encuentran algunos programas estrella de la administración actual, como Atención a la Salud del IMSS, con una calificación de 77.1; Sembrando Vida a cargo de la Secretaría de Bienestar, con un puntaje de 35.1; el Programa para el Bienestar Integral de los Pueblos Indígenas (INPI) con 34.4, y Universidades para el Bienestar Benito Juárez García (SEP) con 24.0.
En conjunto los 54 programas que están en este rubro prevén un aumento de 52.10% en sus recursos para el próximo año, con lo que se les destinaría 506,051.8 millones de pesos, de aprobarse el Proyecto de Egresos de la Federación.
“Son más de la mitad de los programas evaluados que están en esta categoría, que son programas que tienen problemas en términos de la calidad de su diseño, que tienen problemas en términos de la cobertura que supuestamente buscan atender y tienen problemas en términos del cumplimiento de metas”, señaló Alfredo Elizondo, coordinador General de GESOC.
Al respecto, la organización llamó a la Cámara de Diputados en el contexto de la aprobación del Presupuesto 2022 a no incrementar el presupuesto a programas con escaso desempeño y exigir una agenda de mejora sustantiva pública, precisa y monitoreable de estos programas.
“Estos programas son idóneos para que el Congreso condicione su asignación presupuestal (aún sin incrementos) a una agenda de mejora sustantiva para alcanzar niveles aceptables en su desempeño”, recomendó la organización.