La OMS estimó que entre el 10% y el 15% de los casos evoluciona a una enfermedad grave, y alrededor del 5% a un padecimiento crítico.
“En algunas personas, los síntomas pueden persistir durante semanas o volver a aparecer meses luego de la recuperación inicial. Esto también puede ocurrirle a personas con una enfermedad leve”, expresaron expertos en una presentación en esa fecha.
El terco virus: síntomas post COVID
En este 2021, y ya con el avance de la vacunación a nivel global, un estudio publicado por el Journal of the Royal Society of Medicine reveló que los 10 síntomas más prevalentes son fatiga, dificultad para respirar, dolor muscular, dolor en las articulaciones, dolor de cabeza, tos, dolor en el pecho, alteración del olfato, alteración del gusto y diarrea.
Otros síntomas comunes fueron deterioro cognitivo, pérdida de memoria, ansiedad y trastornos del sueño.
A las personas que se les dio seguimiento también refirieron sobre problemas de calidad de vida, salud mental y empleo deteriorados.
De acuerdo con la publicación del 15 de julio pasado, si se detectan más de 5 de los síntomas mencionados durante la primera semana de infección aguda se asocia significativamente con el desarrollo de COVID-19 prolongado, independientemente de la edad o el sexo.
Daños localizados
De acuerdo con Long Covid SOS, una fundación creada por un grupo de pacientes de coronavirus en el Reino Unido, y basándose en los datos de una app de seguimiento de síntomas diseñada por el King´s College de Londres, el 10% de los contagiados con covid-19 no se siente bien después de tres semanas, y hasta el 5% puede continuar enfermo durante meses.
Un informe sobre COVID-19 a largo plazo del Instituto Nacional de Investigación en Salud (NIHR), de Gran Bretaña, detalló que entre los pacientes con coronavirus en curso, algunos de los cuales llevan siete meses o más en su enfermedad, es que ciertos síntomas aparecen en un área fisiológica, como el corazón o los pulmones, pero estos luego disminuyen y vuelven a surgir en un área diferente.
“El 35% reportó no haber recuperado su salud por completo 2 a 3 semanas después de la primera prueba. De los entrevistados de 18 a 34 años, sin condiciones crónicas previas, el 20% –o uno de cada 5– sintió que algunos síntomas incluso se prolongaron”, detalló en un documento publicado en la OMS.