A dos meses de iniciar su gobierno, López Obrador anunció el arranque del programa "Sembrando Vida", con el que campesinos recibirían 5,000 pesos y apoyo técnico para plantar árboles maderables y frutales. Entre los objetivos están la generación de empleos, la incentivación de la autosuficiencia alimentaria, la mejora de los ingresos de las y los pobladores, así como la recuperación forestal de un millón de hectáreas en el país.
No obstante, desde el inicio causó confusión debido a que su objetivo fue ambiguo, lo que fue señalado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). El objetivo como está planteado en las reglas de operación, es “lograr que los sujetos agrarios con ingresos inferiores a la línea de bienestar rural, en localidades rurales, cuenten con ingresos suficientes para hacer productiva la tierra”.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF), según su informe de la Cuenta Pública 2019 -el primer año de López Obrador y que operó el programa- reveló que faltaban por aclarar 1,832 mdp de la Secretaría del Bienestar , en ese entonces dirigida por María Luisa Albores.
Desde Ethos, se identificaron múltiples espacios de corrupción. El estudio Riesgos de Corrupción en los Programas Sociales: Sembrando Vida, coincidió con Coneval en que no había claridad en el problema que se quería resolver, hasta cuándo pueden recibir el apoyo los beneficiarios, es decir cuándo contarán con “los ingresos suficientes para hacer productiva la tierra”, o cuáles son los resultados que debe dar.