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El rediseño "al vapor" de los libros de texto genera dudas y críticas

De acuerdo con la SEP, 1,882 personas respondieron a la convocatoria y entregaron materiales que han sido sometidos a evaluación.
vie 09 abril 2021 12:17 PM
El plan del gobierno de AMLO para el rediseño de los Libros de Texto Gratuitos causó polémica.
El plan del gobierno federal para rediseñar los libros de texto gratuito de primaria causó controversia debido a una convocatoria cuyos criterios no quedaron claros.

El plan de la Secretaría de Educación Pública (SEP) de rediseñar los libros de texto gratuitos despertó mucha inquietud tras anunciarse que se haría en el corto plazo –tiene que estar listo a más tardar el 31 de mayo- y sin pago para quienes colaboren.

La respuesta fue inmediata: en redes sociales y desde organizaciones de la sociedad civil se reclamó que no hubiera una retribución económica, en tanto que se pidió claridad y transparencia, pues no se detalló el proceso entre la convocatoria y la selección de las 1,882 personas que entregaron 1,092 materiales, de los cuales se elegirán 234 para 16 libros de texto, cuando la convocatoria decía 18.

Al respecto, la SEP, a cargo de Delfina Gómez Álvarez, informó que era “un proceso transparente y en los tiempos establecidos” y que el rediseño “se llevará a cabo de manera gradual” para el próximo ciclo escolar 2021-2022, que se inicia en agosto, y continuará para los siguientes cursos.

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No obstante, aún no hay claridad ni de los tiempos o de qué quiere rehacer la SEP en los libros de texto, pues en la convocatoria se habla de “rediseño” de algunos cuadernos de aprendizaje que hasta ahora no están disponibles.

Carolina Irene Crowley Rabatté, integrante de la organización Mujeres Unidas por la Educación, ha evidenciado varias inconsistencias en el proceso.

Entre otras, que la convocatoria dice "18 libros y cuadernos", en tanto que un boletín de la SEP indica que son 16. Otra es que la fecha límite para que estén listos es el 31 de mayo para que puedan imprimirse y en febrero –según la Secretaría– apenas comenzó el proceso. Una más es que no se informó cuál fue el criterio de selección de quienes participaron. Y también, que en teoría están apegados a la Nueva Escuela Mexicana, cuando esto solo es discurso.

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Sobre el último punto, explica que en la Ley General de Educación hay un capítulo sobre la Nueva Escuela Mexicana, en el que se plasma cómo se quiere la escuela, pero hasta el momento, los planes y programas de estudio vigentes, es decir los que dicen cómo educar, con qué principios pedagógicos, cuáles van a ser los ejes, qué tipo de mexicano estás formando, son "Aprendizajes Clave 2017" y "Aprendizajes Esperados, Planes y Programas de 2011", de los sexenios pasados.

“Cuando aparece el rediseño, todo mundo supondría que tendrían que estar anclados en Planes y Programas de la Nueva Escuela Mexicana, pero no, porque la Nueva Escuela Mexicana está en discurso”, afirma.

Es un rompecabezas, y los libros de la Secretaría de Educación Pública nunca antes habían estado al borde de convertirse en un Frankenstein.
Carolina Irene Crowley Rabatté, pedagoga

Para expertos en materia educativa, el proceso es confuso; además, no lo ven necesario en este momento, cuando está próximo el regreso presencial a las escuelas, cerradas por la pandemia de COVID-19 desde hace más de un año.

“Está siendo un proceso improvisado, sin definiciones y planeación clara y constantemente se cambian las decisiones a las personas que están revisando”, dice Francisco Javier Landero, presidente de Suma por la Educación y miembro del Consejo Directivo de Educación con Rumbo.

Es un proceso confuso, acelerado, poco organizado.
Francisco Javier Landero, presidente de Suma por la Educación

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La polémica empezó cuando la SEP emitió la "convocatoria para el rediseño de los libros de texto gratuitos de primaria 2021”, en la que llamó a docentes normalistas, investigadores de universidades públicas y privadas, becarios CONACYT, consejos técnicos escolares, maestros, bibliotecarios, directivos y comunidades, así como a cronistas y jubilados, que consideraran al libro de texto gratuito "un beneficio incalculable, como una inversión al futuro de nuestro país”.

La convocatoria abarca 18 categorías en materias como Español, Ciencias Naturales, Historia y Geografía de 3º a 6º y cuadernos de actividades y aprendizaje, y atlas, de algunas de estas mismas materias y plantea la conformación de 12 grupos de trabajo en el país, quienes serían encargados del “rediseño de los Libros de Texto Gratuitos”, aunque también dice que se trata de materiales que se “diseñarán” materiales “originales”, lo que significaría empezar desde cero.

Los participantes de esta convocatoria diseñarán materiales didácticos completamente originales.
Convocatoria rediseño

Los seleccionados recibirían una capacitación sobre la Nueva Escuela Mexicana, diseño de planes y programas, con la advertencia de que al inscribirse autorizaban a la Dirección General de Materiales Educativos utilizar, editar, publicar y reproducir (su trabajo) por cualquier medio sin restricción alguna. A cambio recibirían una constancia por sus materiales didácticos con valor curricular.

El 17 de marzo, cuando faltaban 56 días para la fecha límite de entrega de materiales, Crowley Rabatté cuestionó qué evaluación se había realizado para llevar a cabo esta “magna tarea” y si era pertinente impulsar dicha renovación en este momento; “y si no será una ocurrencia con consecuencias graves para los 14 millones de alumnos matriculados en primaria”.

De acuerdo con la especialista en temas de Educación, el recién nombrado director general de Materiales Educativos, Marx Arriaga Navarro, el proceso inició porque a “…a lo largo de los años el libro ha perdido vida, se ha ido convirtiendo en un material un tanto oscuro” y los estudiantes no encuentran “simpatía o empatía” con esos materiales, por lo que se buscaba “recuperar el alma” de estos libros.

Pero en lugar de encargar la elaboración de cada libro de texto a un autor reconocido o a un equipo de personas expertas, la SEP optó por emitir una convocatoria pública para ellos. “No buscamos que ahora se haga un libro único hecho por una persona, por un genio, buscamos la colaboración de miles de profesores”, dijo Arriaga, de acuerdo con el texto “ Rediseño de libros de texto… exprés ” de Crowley Rabatté.

“Ante la cercanía del nuevo ciclo escolar, la SEP cuenta tan solo con 77 días naturales o 56 días hábiles para desarrollar este importante y nada sencillo proceso de principio a fin. En dicho lapso será necesario concebir el concepto y la estructura de cada libro; capacitar a las personas seleccionadas para desarrollar los contenidos; formar los equipos de trabajo; revisar, evaluar y aprobar las propuestas que generen miles de profesores; para finalmente diagramar unas 3,000 nuevas páginas y ensamblarlas coherentemente para formar 18 libros de texto de calidad. Ello equivale a concluir un nuevo libro cada cuatro días”, comentó.

A la par se emitió una nueva convocatoria, ahora dirigida para artistas plásticos e ilustradores, la cual también causó controversia porque no ofrecía pago para ello. En respuesta, surgieron los hashtags #LaIlustraciónSEPaga y #NoVivimosDeAplausos.

Respecto a la anticonvocatoria, el director de Materiales Educativos justificó que no se remuneraba su trabajo por la “coyuntura electoral”, pero en unos años se observarían los mecanismos diseñados y los resultados de sus esfuerzos.

Por su parte, la SEP emitió un comunicado el miércoles 7 de abril en el que señaló que el proceso de rediseño de algunos Libros de Texto Gratuitos (LTG) se inició en febrero pasado y continuará, al menos, hasta mayo próximo.

“Todo el proceso del rediseño de LTG se realiza conforme a lo establecido en los planes y programas de estudio de la SEP, y conforme a los lineamientos de la Nueva Escuela Mexicana. Los participantes de esta convocatoria diseñaron materiales didácticos originales, mismos que serán evaluados por diferentes comités integrados por especialistas en el área”, detalló la Secretaría.

En el boletín se explicó que tras la etapa uno, en el que se registraron 2,650 personas para el rediseño de los primeros 16 libros de texto, 2,365 cumplieron con la capacitación del 22 al 26 de marzo, y finalmente fueron seleccionados 1,882 participantes, quienes el 5 de abril –cinco días hábiles después– entregaron 1,092 materiales didácticos, entre secuencias didácticas, proyectos u otras modalidades de trabajo, que serán revisados y de los cuales se elegirán los 234 “de mayor calidad didáctica, disciplina y pertinencia”.

Sobre esto cuestiona Crowley: “¿Qué criterios de selección utilizó la Secretaría para garantizar que quienes llegaran tuvieran los conocimientos que se necesitaban? Porque en el comunicado hablan que ‘cumplieron con las características del perfil’, ¿dónde están los criterios de selección?”.

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En ese contexto, organizaciones de la sociedad civil pidieron a la SEP realizar la actualización de los libros “sin prisas”. “La revisión de los textos escolares es un proceso muy delicado y no puede realizarse de forma apresurada. Su contenido debe mantener la neutralidad para evitar cualquier sesgo. Formación cívica, ética, así como prevención de acoso escolar, respeto al medio ambiente y derechos humanos, temas que se deben incluir en educación básica”, señaló la Coparmex.

Mientras que Educación con Rumbo, un colectivo de organizaciones en la materia, pidieron información clara y concreta respecto a los procesos de diseño y contenidos, procesos bien planeados, ya que no debe ser “improvisado” y convocar a expertos, organizaciones sociales, maestros, padres de familia, y a la sociedad en general.

“No vemos por qué la prisa, por qué tanta premura (…) Esa falta de claridad y de ir sacando objetivos sobre la marcha, es lo que nos preocupa; un proceso mal llevado, donde no hay objetivos claros, no se saben las fechas de lanzamiento, para qué ciclo, donde las personas que se contratan no van a ser remuneradas, no se garantiza la calidad, profesionalidad, hacen que sea un proceso complicado y confuso, ocurrente y que no garantiza que haya libros de texto con la calidad adecuada”, advierte Landero.

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