#QuéPasóCon... las clases presenciales?
El retorno de Campeche
Las autoridades estatales presentaron este miércoles el programa piloto para el regreso a las aulas que está previsto para el martes 13 de abril. El secretario de salud local, José Luis González Pinzón, señaló que el regreso será escalonado y voluntario para los padres de familia y se hará donde la situación epidémica se encuentre en riesgo bajo y los centros escolares cuenten con protocolos de higiene y el personal docente tenga completado el esquema de vacunación.
En la primera fase entrarán 137 primarias multigrado de comunidades rurales (de menos de 1,000 habitantes) y donde el acceso a la televisión e internet es limitado; en la segunda fase se abrirán 293 planteles y en la tercera el resto.
La organización Mexicanos Primero, urgió este miércoles a la Secretaría de Educación Pública hacer público un plan de regreso a actividades presenciales que proteja el derecho a aprender y la salud de alumnos, maestros y las familias.
David Calderón, director de la organización, señaló que la exigencia específica no es “volver a clases”, sino discutir la reincorporación públicamente y contar con protocolos para actividades presenciales que permitan contrarrestar los daños por el encierro, las clases a distancia y la falta de convivencia.
“Es inaudito que en buena parte de México los bares y restaurantes están abiertos, y las escuelas cerradas”, afirmó en conferencia.
Los efectos del cierre
De acuerdo con estimaciones de Mexicanos Primero, alrededor de 4.5 millones de estudiantes estaban en riesgo a de desconectarse por completo de los procesos escolares en noviembre pasado, lo que se suma suma a los 5 millones que estaban fuera desde antes de pandemia de COVID-19.
“Estamos pensando que se nos puede ir cuatro millones y medio los alumnos fuera de las aulas”, comentó Calderón, en conferencia de prensa.
Laura Ramírez, directora de Activación de Agentes de la organización, explicó que los estudiantes están en riesgo no solo porque los adultos que los rodean ya están saliendo a trabajar, sino también por el abandono escolar, el rezago educativo y el impacto negativo del encierro en su salud socioemocional.
“Sí hay más posibilidades de abandono, sí hay niños y niñas que ya no se están conectandos y esto lejos de disminuir con los meses, va aumentando”, aseguró Ramírez, al enfatizar que se estima en tres años el retraso en los aprendizajes.