El académico de La Salle Alejandro Enríquez Torres señala que aunque el gobierno actual ha planteado un nuevo modelo educativo y la enseñanza de la educación emocional, entre otras cosas, al principio de la administración estuvo más preocupado por modificar el artículo 3 de la Constitución y desaparecer las evaluaciones para los maestros, que en pensar en previsiones para una situación de este tipo.
Reconoce que aunque fue algo inesperado, el gobierno federal se enfocó más en cuestiones políticas que en los procesos de enseñanza-aprendizaje, por eso ahora la “contingencia nos sorprende”, nuevamente como hace 11 años, cuando se dio cuenta que en cualquier momento puede suceder una epidemia como la que se vive ahora.
“Fue una lección no aprendida (la del 2009), no se han tomado las previsiones adecuadas para lo que pueda pasar en una contingencia como ésta, vuelve a pasar por lo político, hay mayor preocupación por estar cambiando las reformas educativas que cuidando este tipo de cosas”, dice.
Es un plan contingente y emergencia mundial, aun con todo, el sistema educativo no está preparado para contingencias de este tipo ni de ningún tipo, las escuelas en su mayoría no cuentan con infraestructura para solventar este tipo de decisiones ni con los profesores capacitados.