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Defender los derechos humanos, una tarea que requiere de una instancia autónoma

La defensa de los derechos humanos no puede recaer en una dependencia de gobierno porque se necesita autonomía para señalar abusos, subrayan expertos, quienes defienden la existencia de la CNDH.
dom 31 enero 2021 10:00 AM
CNDH
La CNDH logró autonomía de gestión y presupuestaria en septiembre de 1999.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) nació para defender a las personas ante la acción autoritaria de gobiernos y otras instituciones, por lo que es inviable que una secretaría de Estado asuma su función, como lo ha planteado el presidente Andrés Manuel López Obrador, advierten expertos en el tema.

En entrevistas con Expansión Política, Mariclaire Acosta Urquidi, presidenta fundadora de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos; Emilio Álvarez Icaza, senador y exombudsperson de la Ciudad de México, y José Luis Gutiérrez, director de la organización ASILEGAL, coinciden en que la construcción de una instancia autónoma de defensa de los derechos humanos es un logro de la vida democrática de México, al cual no se debe dar marcha atrás.

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Si bien el presidente López Obrador no ha detallado qué órganos autónomos su gobierno buscará que sean absorbidos por secretarías, la CNDH es uno de los organismos a los que ha tachado de “ineficientes” y “costosos”.

Para Acosta Urquidi, el Estado tiene el monopolio de la violencia legítima, pero no hay ningún gobierno en el mundo que no cometa arbitrariedades, por lo que es necesaria la labor de instancias como la CNDH.

“La defensa de los derechos humanos requiere de la independencia y de la autonomía de todos los gobiernos, esto es un axioma, y obviamente la CNDH tiene que ser autónoma”, asegura.

La comisión fue constituida en 1992, en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, pero fue al final de la administración de Ernesto Zedillo, el 13 de septiembre de 1999, cuando se le dio autonomía de gestión y presupuestaria, así como personalidad jurídica y patrimonio propios.

Antes de su creación, en México no existía una institución pública que desde el propio Estado señalara violaciones a los derechos humanos, lo que facilitaba que los gobiernos simplemente negaran que se cometían abusos.

Álvarez Icaza, expresidente de la Comisión de Derechos Humanos en la CDMX y exsecretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), asegura que en el pasado la única verdad que prevalecía era la verdad oficial.

La experiencia en México y el mundo ha demostrado que los derechos humanos tienen que ser protegidos por otros que no sean los que los violan”.
Emilio Álvarez Icaza, especialista

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En sus 30 años de existencia, la CNDH ha emitido recomendaciones emblemáticas como la del caso Aguas Blancas, en el que murieron 17 personas y otras resultaron heridas como consecuencia de una intervención policial, y la ejecución extrajudicial de 22 civiles por elementos de la Policía Federal durante un operativo antidrogas, en mayo de 2015 en Tanhuato, Michoacán.

Pese a esto, el presidente López Obrador ha criticado la cantidad de órganos autónomos que hay en México, porque asegura que durante la época neoliberal surgieron como hongos para “comprar conciencias” .

En la década de los 90, solo había tres órganos autónomos: el Banco de México (Banxico), el Instituto Federal Electoral (IFE, hoy INE) y la CNDH. En las décadas posteriores se sumaron otros más. Por ejemplo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) obtuvo autonomía constitucional en 2008, y a este hay que sumar al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), a la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Álvarez Icaza sostiene que estas instituciones autónomas son el logro de años de lucha de la sociedad para acortar el poder del Ejecutivo.

“Bajo el argumento del presupuesto, Andrés Manuel quiere concentrar cada vez más decisiones, poder y presupuesto, es un contrasentido”, advierte el también senador.

Aún sin claridad sobre cuánto se ahorraría el Estado si desaparecieran las instancias autónomas, el presidente López Obrador ha solicitado a su gabinete un análisis sobre qué funciones que actualmente realizan estos órganos podrían ser absorbidas por las secretarías o dependencias de gobierno.

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En defensa de la autonomía

Los expertos advierten que sería equivocado que el gobierno asumiera la protección de los derechos humanos, cuando estos son violados por agentes del mismo Estado.

Acosta Urquidi recuerda que una de las críticas que se hacían a la CNDH en sus primeros años era la dependencia que tenía hacia el Poder Ejecutivo y que, por ello, en su actuación podía responder a intereses políticos y no en defensa de los derechos humanos.

“México está viviendo una gravísima crisis de derechos humanos, con violaciones graves de derechos humanos, cometidas por agentes estatales y por agentes no estatales. Vivimos una situación de captura de las instituciones. Es más importante en estos momentos la autonomía plena de las instituciones que se ocupan de la defensa de los derechos humanos”, sostiene.

En tanto, el director de la organización ASILEGAL asegura que en estas tres décadas la CNDH ha defendido a las víctimas, pero también hay episodios en los que se ha visto cooptada por el gobierno.

“Ha habido tantas violaciones, injusticias, detenciones arbitrarias, y la propia comisión, a pesar de ser una institución autónoma, no tiene dientes para generar acciones contundentes para velar por los derechos humanos”, afirma.

En este marco, los expertos insisten en que deben defenderse la existencia de la CNDH y su carácter autónomo, al tiempo de que se debe vigilar que cumpla con su mandato constitucional de proteger a los ciudadanos ante abusos de autoridad.

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