En sus 30 años de existencia, la CNDH ha emitido recomendaciones emblemáticas como la del caso Aguas Blancas, en el que murieron 17 personas y otras resultaron heridas como consecuencia de una intervención policial, y la ejecución extrajudicial de 22 civiles por elementos de la Policía Federal durante un operativo antidrogas, en mayo de 2015 en Tanhuato, Michoacán.
Pese a esto, el presidente López Obrador ha criticado la cantidad de órganos autónomos que hay en México, porque asegura que durante la época neoliberal surgieron como hongos para “comprar conciencias” .
En la década de los 90, solo había tres órganos autónomos: el Banco de México (Banxico), el Instituto Federal Electoral (IFE, hoy INE) y la CNDH. En las décadas posteriores se sumaron otros más. Por ejemplo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) obtuvo autonomía constitucional en 2008, y a este hay que sumar al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), a la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Álvarez Icaza sostiene que estas instituciones autónomas son el logro de años de lucha de la sociedad para acortar el poder del Ejecutivo.
“Bajo el argumento del presupuesto, Andrés Manuel quiere concentrar cada vez más decisiones, poder y presupuesto, es un contrasentido”, advierte el también senador.
Aún sin claridad sobre cuánto se ahorraría el Estado si desaparecieran las instancias autónomas, el presidente López Obrador ha solicitado a su gabinete un análisis sobre qué funciones que actualmente realizan estos órganos podrían ser absorbidas por las secretarías o dependencias de gobierno.