En la víspera del inicio de los comicios 2020-2021, dos casos de posibles irregularidades electorales en el pasado, han estado en el centro del debate público, pues involucran al expresidente Enrique Peña Nieto y el actual mandatario Andrés Manuel López Obrador.
En el primer caso, se trata de la presunta inyección de recursos de la empresa brasileña Odebrecht a la campaña del priista en 2012, de acuerdo con la denuncia de hechos presentada por el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya en la Fiscalía General de la República (FGR); mientras que en el segundo caso, se trata de las “aportaciones” que recibió el hermano del presidente, Pío López Obrador en 2015, de manos del exdirector de Protección Civil, David León para el “movimiento” social y político que encabezaba el presidente, mismo que se filtró en un video.
Ambas situaciones se relacionan con financiamiento presuntamente ilegal, que puede ser investigado por el Instituto Nacional Electoral (INE), respecto a las faltas administrativas, y en el caso de Obrador, por la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FEDE), de la la FGR.