Los expertos sugieren también que, ante la incertidumbre de cuándo se puede regresar a las aulas, cuándo se tiene que trabajar desde casa, y cuándo será mixto, se deben hacer modificaciones a los planes de estudio para que se concentren en las áreas esenciales y no haya tantas materias.
Además, en los casos en los que la comunicación a distancia no ha sido efectiva con los menores, se deben crear mecanismos de “rastreo” para que los estudiantes no dejen de “ir a la escuela”. David Calderón señala una especie de “alerta amber” –para niños desaparecidos– para identificar las ausencias y no dejar que se cristalice el abandono escolar.
A unas semanas de que inicie el próximo ciclo, el personal educativo trabaja a marchas forzadas y con capacitaciones para resolver las eventualidades de las escuelas ante un regreso escolar, ya sea virtual, presencial o híbrido, y atender las necesidades de los niños, niñas y jóvenes.
“Ahorita, ahorita, cuesta mucho trabajo encontrar el camino”, afirma la supervisora escolar en el Estado de México, quien asegura que hasta este momento no hay una definición clara de cómo empezará el ciclo escolar 2020-2021 para los cerca de 30 millones de estudiantes mexicanos.