De acuerdo con los investigadores, quienes participaron en el programa la UNAM Responde, desde marzo, algunas naciones como Holanda detectaron fragmentos del nuevo coronavirus en aguas residuales, mientras que Suiza, Estados Unidos (específicamente Massachusetts), Brasil y Australia hicieron observaciones similares durante abril, y en mayo hay reportes de Israel y de Francia.
Hace unos días, este mismo grupo de investigadores participaron en una videoconferencia transmitida por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico A.C., en donde explicaron que aunque la principal ruta de transmisión del SARS-CoV-2 es de persona a persona, este virus se ha detectado en otros fluidos corporales como secreciones y desechos fecales en pacientes, desde los cinco días de enfermedad y que se han podido detectar hasta los 30 días.
Por ello, Marisa Mazari, explicó que existen algunas evidencias, que deben ser confirmadas, en el sentido de que el virus puede estar presente en estado infeccioso en heces en el sistema de drenaje.
“Esta vigilancia ambiental puede servir como fuente de datos indicando si el virus está presente en la población humana, si se está desechando y en qué cantidades”, dijo la experta.