Sonia Jiménez asegura que la entrada del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y ahora la pandemia del coronavirus la está dejando sin tratamiento para su lucha contra el cáncer de mamá.
“Es más mi miedo a morirme de cáncer que por esta pandemia”, confiesa.
Hace unos días, ella junto a otras mujeres acudieron a Palacio Nacional para intentar hablar con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Su demanda hizo que omitieran las recomendaciones de la Secretaría de Salud para prevenir el coronavirus como permanecer en casa y conservar la sana distancia. Para ella y otras pacientes, no había otra opción.
El tratamiento contra el cáncer que padecen fue suspendido y a ello hay que sumarle que en varios hospitales no quieren atenderlas porque están dando prioridad a pacientes con síntomas de Covid-19.
La también madre de familia refiere que el gobierno no les ha dejado otra alternativa a quienes padecen cáncer más que salir a inconformarse porque se les está abandonando.
Sostiene que antes, al ser beneficiaria del Seguro Popular podía ser atendida por la Fundación COI en la que se les brindaba tratamiento, medicamento y radioterapias contra el cáncer, sin embargo, con el nacimiento de Insabi, ella y 300 mujeres más quedaron prácticamente a la deriva.
“Esto fue gradualmente y fue empeorando, de un día para otro nos dieron el aviso de que ya no nos iban a dar quimioterapia, radioterapia, medicamentos. Que a partir de ahora todo tendría un costo, pero por ejemplo una vacuna que se necesita cada tres meses tiene un costo desde 15,000 hasta 50,000 pesos. Aunque trabajemos es incosteable porque es un tratamiento a cinco años”, precisa.
Desde enero las decenas de mujeres que eran atendidas por la fundación COI dejaron poco a poco de recibir sus tratamientos, por lo que algunas recurrieron a otras instituciones, sin embargo la respuesta fue: “no hay citas ni medicamentos y en otros casos dicen, sí, pero ustedes costeen sus medicamentos”.
Aunque autoridades del Insabi se pusieron en contacto con las mujeres que demandan sus tratamientos contra el cáncer, Sonia Jiménez destaca que aún no reciben una solución, lo que es preocupante porque cuando se está enfermo el tiempo puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
“Pedimos una institución que tenga la misma calidad para poder seguir tratamiento. Regrésenos el medicamento y la atención gratuita”, pide Sonia.
Sonia afirma que, a la desaparición de Seguro Popular, otro factor que ha complicado su atención como pacientes de cáncer, es la pandemia de coronavirus, porque en los hospitales se les está dando prioridad a pacientes con síntomas de tos, dificultad para respirar, fiebre y dolor de cabeza.
“Sí, mucho más, todo está parado. No hay médicos, no hay atención, no hay citas. No te están atendiendo porque dicen que tienen prioridad los pacientes con coronavirus”, indica.
Refiere que parece que a las autoridades de salud se les olvida que las mujeres con cáncer también son un grupo vulnerable que requiere atención oportuna.“Tenemos nuestro sistema inmunológico muy débil, hasta una gripa nos tumba, una diarrea nos pone peor”.
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“El clamor es que no nos dejen morir, queremos que nos regrese a nuestro hospital, en donde están nuestros expedientes clínicos para continuar con nuestros tratamientos que están previstos a cinco años, y que no nos abandonen”, pide.
Ante el alargamiento de la epidemia de coronavirus, Sonia Jiménez considera que el panorama para las mujeres que padecen cáncer es poco alentador porque sabe que los esfuerzos del gobierno estarán enfocados a pacientes con COVID-19.
“Sino nos atienden, el final que nosotros vamos a tener es la muerte”, advierte Sonia con lágrimas en los ojos.
