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“¿A quién le reclamamos?”, preguntan mujeres con cáncer que buscan apoyo

Mujeres de la Fundación de Cáncer de Mama salieron sin acuerdos de una reunión que tuvieron con funcionarios de la Secretaría de Salud de la CDMX, a la que pidieron respaldo para sus tratamientos.
lun 24 febrero 2020 06:10 PM
Pacientes de la Fucam
Pacientes de la Fundación de Cáncer de Mama y algunos de sus familiares acudieron este lunes a la Secretaría de Salud de la CDMX, donde una comisión dialogó con funcionarios.

Mujeres que han sido diagnosticadas con cáncer de mama acudieron este lunes a la Secretaría de Salud de la Ciudad de México para pedir que el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) asigne recursos para la Fundación de Cáncer de Mama (Fucam), donde ellas son atendidas. Sin embargo, salieron sin acuerdos de su reunión con funcionarios capitalinos.

Hasta la fecha, se ha informado que que las mujeres admitidas por la Fucam hasta el 31 de diciembre podrán seguir con un tratamiento gratuito durante 2020. El conflicto radica en que tanto viejas como nuevas pacientes quieren seguir recibiendo atención gratuita, lo que ha quedado en el aire porque la organización civil y el Insabi, instancia del gobierno federal, no llegaron a un acuerdo de colaboración.

Antes, la Fucam tenía un convenio con el Seguro Popular, que este año desapareció para ser reemplazado por el Insabi.

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Este lunes, tras una reunión de casi dos horas con Ricardo Arturo Barreiro Perera, director de Prestación de Servicios Médicos y Urgencias de la secretaría, el funcionario dijo a las inconformes que la continuidad de los recursos no depende de las autoridades capitalinas, sino del Insabi.

“¿En dónde está el Insabi? ¿A quién le reclamamos?”, cuestionó una de las pacientes cuando la comisión que las representaba en el encuentro les comunicó que no se alcanzaron acuerdos.

Las mujeres señalan que no conocen al director del Insabi, Juan Antonio Ferrer Aguilar, ni tampoco la ubicación de sus oficinas, ni saben cómo podrán ahora seguir con sus tratamientos.

Por ello, anunciaron que este martes a las 7:00 horas se manifestarán de nuevo en el Zócalo capitalino para exigir ser atendidas, al mismo tiempo que el presidente Andrés Manuel López Obrador dé su habitual conferencia de prensa matutina.

Lee: La Fucam sí dará servicio gratis a pacientes del Seguro Popular que ya atendía

En la incertidumbre

Verónica Valdez viaja tres horas desde su casa en el municipio de Ecatepec, en el Estado de México, para atenderse con la Fucam en la CDMX.

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En un mes y cinco sesiones, el diagnóstico le ha costado 7,200 pesos y desconoce el costo del tratamiento ahora que ya no cuenta con el respaldo del Seguro Popular.

Sin embargo, atenderse representa un esfuerzo por salvar su vida y seguir junto a sus dos hijos y a su esposo, pues ha visto el deterioro que provoca el cáncer cuando se tiene una atención deficiente, como pasó con dos de sus vecinos.

“Yo dije: ‘No quiero esto para mí, voy a buscar ser atendida antes de lo que fueron atendidos mis vecinos’”, contó.

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Patricia Georgina Barrón, de la Ciudad de México, fue diagnosticada con cáncer de mama en etapa cuatro, la más avanzada, y el mal se ha extendido hasta su hígado a sus más de 70 años.

Fue admitida a atención el 22 de enero, pero ya sin Seguro Popular, su tratamiento es imposible de costear para ella y su familia.

“¿Por cuánto tiempo me apoyarían? ¿Tres tratamientos o cuatro? Para ellos sería muy difícil estarme apoyando para reunir 100,000 pesos cada tres semanas”, dijo.

“Lo que sé es que el Insabi quedaría activado hasta el 1 de diciembre de este año, ¿y mientras qué hago?”, reclamó.

Ante la incertidumbre de no saber en dónde y bajo qué condiciones podría iniciar su tratamiento, Patricia se mantiene en la Fucam, pese a no contar con recursos para pagar la atención médica mientras el cáncer sigue avanzando.

“No me veo en otra institución”

Patricia Salas López detectó en 2017 una “bolita” en uno de sus senos. Tras la demora para conseguir una consulta en el Seguro Popular, optó por acudir a un ginecólogo particular, al Hospital Nacional Homeopático, y fue enviada al Instituto Nacional de Cancerología (Incan).

Tras una inspección visual, ahí le dijeron que era “una bolita de agua” y la enviaron a la Fucam.

Al llegar a la fundación, después un mes de estudios, la “bolita” se transformó en un carcinoma triple negativo en uno de sus senos, se le realizó una cirugía y recibió 16 quimioterapias y 30 radioterapias.

“Con todos los efectos secundarios, todavía me cuesta caminar mucho, subir escaleras, no puedo hacer esfuerzo con el brazo derecho, que es el que me operaron”, dijo.

“Fucam me ha dado calidez, honestidad, profesionalismo. Yo no quiero abandonar Fucam, no me veo en otra institución”, afirmó la mujer.

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